La participación de las mujeres en el mercado laboral ha crecido. Sin embargo, la desigualdad juega en nuestra contra. A pesar de que aún falta mucho para alcanzar la igualdad, hemos avanzado bastante.
Por ejemplo, en México, como indica la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, hay una tasa de participación femenina del 45,6 % en la fuerza laboral; sin embargo, no se ha superado ni dos puntos en la tasa de participación de la mujer en los últimos 10 años.
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Algunos de los factores que influyen son:
-Falta del apoyo de la familia con tareas del hogar: el 74% de las tareas del hogar recaen en las mujeres, impidiéndoles desarrollarse profesionalmente y alcanzar la independencia económica.
-Falta de políticas públicas y privadas que apoyen su desarrollo: por ejemplo, en el sector turístico se emplean a más mujeres, pero solo el 50% ocupa altos cargos, principalmente por la necesidad en las diferentes etapas de su vida, como la maternidad.
-Miedo y falta de confianza hacia sus capacidades: de acuerdo con el Centro de Investigación en Política Pública (IMCO), las mujeres dudan más sobre sus capacidades (52%), contra 38% de los hombres. Es 1,6 veces mayor la proporción de mujeres que evitan realizar tareas nuevas o complejas por miedo a fallar.
Sí, las mujeres incrementan la rentabilidad de las empresas
Los hechos no mienten. Contar con un 30% de mujeres en posiciones de liderazgo, dirección general o puestos ejecutivos, puede incrementar hasta un 15% la rentabilidad de las empresas, según IMCO. Como indica el Banco Mundial, ahora que atravesamos una desaceleración económica, los países deben aprovechar su capacidad productiva para hacer frente a la crisis. Si las mujeres tuvieran las mismas oportunidades de participar y desarrollar nuevos negocios, se generarían ganancias globales de entre USD 5 billones a USD 6 billones.
Por estas y muchas razones, debemos incorporar políticas laborales que apoyen el desarrollo profesional de las mujeres, fomentar su participación en puestos directivos, así como la igualdad salarial y el uso de licencias de paternidad. Las mujeres también debemos trabajar en nuestra confianza y estar más preparadas, porque las oportunidades solo llegan una vez.