Charlotte Astrid y Lino Ochoa, dos hermanos hondureños, de 26 y 24 años, se han podido forjar un buen futuro laboral en este país, gracias a que son beneficiarios de la Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA).
Ambos terminaron la secundaria, pero Astrid decidió hacer algunos estudios, mientras que Lino prefirió dedicarse a la construcción.
La tranquilidad de tener DACA
Astrid, quien es madre soltera, estudió Cosmetología, y hoy trabaja en un salón de belleza, pero además hizo un curso de Asistente Dental, y ahora trabaja medio tiempo en un consultorio. Ella tiene DACA desde que comenzó el programa en el 2012.
“Con DACA siento una gran tranquilidad y libertad de estar en este país, me siento segura, y pude seguir estudiando sin impedimentos, tengo crédito, y he podido comprar cosas sin problema”, comentó Astrid a La Noticia. “Además busqué trabajo como asistente dental, y una clínica me dio la oportunidad, sin papeles no habría sido posible”, anotó.
La joven dijo que quiere salir adelante en el área laboral, para darle una mejor vida a su hijo Yoel, de 7 años, a quien tuvo un año después de terminar la secundaria.
Microempresario
Por su parte Lino, trabaja para una compañía de la construcción y además hace unos meses inició su propia empresa que construye piscinas, en la que emplea a seis personas.
“Cuando salí de la secundaria, tomé la decisión de trabajar porque no tenía papeles, pero al conseguir DACA decidí seguir en este trabajo, pero con la tranquilidad de tener papeles”, comentó el joven.
“De no tener DACA no podría tener mi propia compañía, ya que necesito licencia para comprar maquinaria y tener todo a mi nombre, así como para hacer prestamos”, añadió.
Lino dijo que también gracias al alivio, ha podido ayudar a familiares y amigos. “Muchos no tienen papeles, entonces les ayudo a movilizarlos”, mencionó.
Este año cuando se venció su permiso estuvo tres meses sin licencia de manejar, y tuvo la mala experiencia de ser parado por la policía y tener su primera multa, además de verse impedido para adquirir un vehículo.
Piden defender DACA
A estos hermanos, así como a por lo menos 50,000 jóvenes en Carolina del Norte, DACA les cambio sus vidas. Sin embargo el programa está en peligro de ser eliminado luego de que fiscales de nueve estados amenazaron con demandarlo si el presidente Donald Trump, no lo termina antes del 5 de septiembre.
“Si nos quitan el DACA, seguro nos querrán deportar. He vivido desde los 10 años aquí, no sé que podría ir a hacer a mi país, aquí lo tengo todo y he podido salir adelante”, comentó Lino.
Para Astrid significaría volver a vivir en las sombras. “No solo mi sueño de ser Higienista Dental se vería truncado, también los sueños de mi hijo”, expresó la joven.
Los hermanos Ochoa llegaron al país en el 2005 con la ilusión de reunirse con sus padres a quienes no veían desde que eran pequeños. Pero cuatro años más tarde sus progenitores tuvieron que regresar a Honduras, y ellos tomaron la decisión de quedarse para tener un mejor futuro.