Casi la mitad de Beirut está destruida luego de una explosión masiva que dejó al menos un centenar de fallecidos, 4,000 heridos y 300,000 personas sin hogar.
El gobernador de Beirut, Marwan Abboud, dijo que casi la mitad de Beirut “ha quedado destruida o dañada”. Mientras se levantan los escombros el ambiente es más desolador. Se han contabilizado al menos 100 personas fallecidas y más de 4,000 heridas, cifras que podrían aumentar a medida que pasen las horas.
La devastación en numerosos edificios residenciales ocasionó que se estime en unas 300,000 personas que han quedado sin hogar. Las familias ya atravesaban una crisis económica que ha provocado la pérdida de empleos en muchos sectores del país.
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Sigue la búsqueda de víctimas
La explosión de Beirut la dejó devastada. Rodeada de escombros, vidrios, autos bajo estructuras de edificios que cayeron por la onda expansiva. Expertos han comparado lo sucedido con la fuerza de un terremoto. Fue la más potente registrada nunca en la ciudad, que estuvo en la primera línea durante la guerra civil (1975-1990) y ha soportado conflictos con la vecina Israel y periódicos ataques y bombardeos terroristas.
Entretanto, decenas de personas desaparecidas mantienen a familiares desesperados por encontrarlos. En Instagram una página llamada “Localización de víctimas de Beirut" se llenó de fotos de heridos y desaparecidos.
Preocupación ante el derrumbe del sistema de salud
La situación de salud en Líbano ya estaba golpeada. Además de la crisis económica que causó protestas multitudinarias en los últimos meses, la pandemia presentaba un repunte de COVID-19.
Se teme que el colapso de los hospitales podría extender la propagación del coronavirus en los próximos días. El Hospital Universitario Saint George, uno de los principales centros privados de la ciudad y que había estado recibiendo pacientes con COVID-19, estaba fuera de servicio tras sufrir graves daños por las explosiones.
En el centro médico se reportaron extraoficialmente unos 16 trabajadores y pacientes, incluyendo cuatro enfermeras, que murieron en la explosión. Miembros de las fuerzas de paz de Naciones Unidas en la zona también reportaron haberse afectado. Bangladesh dijo que 21 miembros de su Marina estaban heridos graves y uno crítico. Italia, uno de los principales contribuidores a la misión UNIFIL, reportó un herido.

Depósitos de trigo contaminado quedaron destrozados
Los depósitos de silo en el puerto de Beirut quedaron esparcidos entre los escombros y la tierra. Cerca del 85% del grano de la nación estaba almacenado en los silos ahora destruidos. Sin embargo, el ministro de Economía y Comercio, Raoul Nehme, dijo que todo el trigo almacenado en el depósito estaba “contaminado” y no podía usarse.
Del mismo modo, insistió en que hay suficiente para cubrir las necesidades inmediatas del país. Según Nehme, Líbano importará más trigo. El país importa alrededor del 80% de su suministro de trigo, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Se descarta que las explosiones de Beirut hayan sido un atentado
Todavía no se ha determinado con exactitud las causas de la explosión inicial. No obstante, por el momento las autoridades locales descartan que se debiera a un ataque como han supuesto algunos líderes, entre ellos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El ministro del Interior, Mohammed Fahmi, dijo que el incidente parecía estar provocado por la detonación de más de 2.700 toneladas de nitrato de amonio confiscadas en el 2013. Esto pudo haber seguido a un incendio inicial en un almacén cercano que contenía fuegos artificiales.
El nitrato de amonio es altamente explosivo. Se usó en un atentado en la Ciudad de Oklahoma en 1995, cuando un camión con 2,180 kilos (4,800 libras) de fertilizante y combustible destrozó un edificio federal matando a 168 personas e hiriendo a cientos más.

Ayuda humanitaria en puertas
En un breve discurso televisado, el primer ministro, Hassan Diab, pidió a todos los países y amigos de Líbano que amplíen su ayuda afirmando que “Estamos siendo testigos de una catástrofe real”. El dirigente reiteró su promesa de que los responsables del desastre pagarán por ello.
Las reacciones desde varios países se han empezado a sentir para ayudar a Líbano a afrontar las consecuencias de la explosión. Israel ofreció ayuda humanitaria; mientras que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que visitará el país para brindar su apoyo a las autoridades locales. Francia también indicó que enviará dos aviones con ayuda. Asimismo, Alemania dijo que enviará a Beirut un equipo de 47 expertos en búsqueda y rescate.
Desde el Vaticano el papa Francisco rezó por las víctimas y familiares afectados. El pontífice apeló a que “a través de la dedicación de todos los elementos sociales, políticos y religiosos”, Líbano “pueda enfrentar este momento extremadamente trágico y doloroso y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que están viviendo”.