Charlotte - La alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, dice que las empresas que tienen empleados latinos, deberían alzar sus voces a favor de los inmigrantes, para que tanto el gobierno estatal como federal, sepan que son parte integral de la economía.
“Que digan que necesitan a estos trabajadores y que no pueden encontrar entre los nativos empleados que hagan esos trabajos. Necesitamos la voz de los dueños de empresas grandes y pequeñas”, manifestó Roberts durante una entrevista con La Noticia.
El pedido de Roberts ocurre como respuesta a la situación de temor que enfrenta la comunidad, por las nuevas directrices migratorias del gobierno federal y los operativos de Inmigración en Charlotte.
Respuesta a las críticas
La alcaldesa demócrata ha sido criticada en las últimas semanas por algunos activistas, que la acusan de no tomar una posición firme a favor de los inmigrantes y en contra de los operativos de Inmigración.
“En mi voz, en mi mente y en mi corazón estoy con los inmigrantes, quisiera ayudarles, pero tengo restricciones. Me da pena que protesten contra mi, porque ante sus ojos yo soy el símbolo del gobierno en general, soy la más cercana a ellos, y por eso la más lista a recibir las quejas de todos”, indicó. “Es bien difícil para mi todo esto, y siento en mi corazón la injusticia de la ley y las directivas presidenciales que van en contra de los derechos humanos, pero mi capacidad es bien limitada”, agregó.
El 13 de febrero en una declaración de parte de su campaña, Roberts manifestó su preocupación por los operativos de Inmigración. “Han traído miedo y caos a nuestra comunidad de Charlotte. Estas actividades de ICE impactan no solo inmigrantes y refugiados, también a los nativos, que viven, estudian, trabajan y se congregan con ellos”, expresó. “Creo que nadie debe ser deportado por simplemente tener una luz rota”, dijo.
Apoyo tendría consecuencias
Roberts afirmó que debido a sus palabras, la Asamblea General del estado dijo que Charlotte es una ciudad santuario, y amenazó con quitarle fondos.
“Nosotros tenemos que seguir las leyes. Sin embargo he estado en conversaciones con mis colegas del Concejo, para ver si hay una resolución que podamos hacer para mostrar el apoyo a la comunidad, pero que al mismo tiempo no provoque una reacción de la Asamblea General, para que no se haga peor la situación para los inmigrantes aquí”, comentó la alcaldesa.
“Es un dilema para nosotros, si mostramos demasiado apoyo la reacción del estado será peor”, añadió.
En cuanto a los pedidos que el grupo Comunidad Colectiva llevó a la Ciudad el lunes 27 de febrero, Roberts dijo que respecto a quitar el programa 287(g), está de acuerdo, debido al trauma que ha creado en la comunidad, pero aseguró que es imposible sacar al ICE de la ciudad.
“Necesitamos reunirnos con ICE, para que nos diga cuándo tendrán una acción y prepararnos ante la reacción de la gente. Dejar claro que no los hagan en sitios sensibles, eso incluye las rutas hacia las escuelas. ICE tiene el poder, y nuestra policía no puede ir a decirles que no pueden entrar a un lugar, porque terminarían arrestados por estar en contra de la ley federal”, concluyó Roberts.