La diabetes es una enfermedad crónica que padecen más de 422 millones de personas en todo el mundo y causa la muerte de 1.5 millones de pacientes al año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Solo en Estados Unidos, 1 de cada 10 estadounidenses sufre de diabetes. En total hay 38.4 millones de personas con la enfermedad, lo que representa el 11.6% de la población estadounidense, revelan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Esta afección, categorizada en Tipo 1 y Tipo 2, ocurre por niveles elevados de glucosa (azúcar) en sangre. Se necesita de una adecuada atención para evitar graves complicaciones. La falta de tratamiento puede provocar daños en órganos esenciales como el corazón, también en los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios.
De acuerdo con los CDC, aproximadamente el 5 a 10 % de las personas con diabetes tienen diabetes tipo 1, mientras que el 90 a 95 % tienen diabetes tipo 2. La diferencia fundamental entre estos tipos radica en cómo el cuerpo gestiona la producción y uso de la insulina, una hormona clave para regular los niveles de azúcar en la sangre.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una afección de salud crónica, es decir, de larga duración, "que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía", explican los CDC. ¿Cómo se origina?: La glucosa es una fuente de energía para el cuerpo, pero para que las células puedan utilizarla, necesitan la ayuda de la insulina, una hormona producida por el páncreas. En personas con diabetes, este proceso está alterado.
Existen básicamente tres tipos de diabetes: tipo 1 y 2 que se crean por enfermedades del páncreas y condiciones endocrinas; y la diabetes gestacional, que ocurre durante el embarazo. La diabetes más común es la tipo 2, y ocurre generalmente en adultos cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente de la hormona.
¿Cuáles son los tipos de diabetes?
Diabetes Tipo 1
La diabetes tipo 1, que también se conocía como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente, es una condición autoinmune. Esto quiere decir que el sistema inmunológico del cuerpo ataca y destruye por error las células del páncreas que producen insulina. Sin insulina, la glucosa no puede ingresar a las células para ser utilizada como energía, lo que provoca niveles elevados de glucosa en la sangre.
Diabetes Tipo 2
La diabetes tipo 2 o no insulinodependiente, se caracteriza por la resistencia a la insulina y/o una producción insuficiente de insulina. En este caso, el cuerpo no utiliza adecuadamente la insulina que produce. Este tipo de diabetes está asociado con factores de estilo de vida, como la obesidad, la inactividad física y la mala alimentación.
Diabetes gestacional
La diabetes gestacional se desarrolla durante el embarazo y generalmente desaparece después del parto. Las mujeres que han tenido diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 más adelante en la vida. También los hijos crean propensión a esta enfermedad más adelante.
¿Cuáles son las diferencias entre los tipos de diabetes 1 y 2?
Las diferencias principales entre la diabetes tipo 1 y tipo 2 incluyen:
Causa
- Diabetes Tipo 1: es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca y destruye las células del páncreas y no permite la producción de insulina. La causa exacta no se conoce, pero se cree que factores genéticos y ambientales juegan un papel.
- Diabetes Tipo 2: se asocia principalmente con la resistencia a la insulina y factores de riesgo como obesidad, sedentarismo y mala alimentación. Los factores genéticos también pueden influir.
Edad de aparición
- Diabetes Tipo 1: generalmente se diagnostica en la infancia o adolescencia.
- Diabetes Tipo 2: suele desarrollarse en adultos mayores, aunque cada vez se diagnostica más en adolescentes y jóvenes debido al aumento de la obesidad infantil.
Tratamiento
- Diabetes Tipo 1: requiere insulina diaria para mantener los niveles de glucosa en sangre bajo control. No hay manera de prevenirla.
- Diabetes Tipo 2: puede gestionarse inicialmente con cambios en el estilo de vida, como dieta y ejercicio. Si estos no son suficientes, se pueden utilizar medicamentos orales o insulina.
El tratamiento oportuno debido a la diabetes podría ayudar a prevenir desenlaces como la insuficiencia renal, toda vez que la enfermedad es la causa número uno de de esta complicación en los riñones, así como en amputaciones de miembros inferiores y ceguera en adultos, dicen los CDC.
¿Qué síntomas alertan la diabetes? Exámenes que la confirman
La diabetes 1 y 2 tienen algunos síntomas comunes:
- Aumento de la sed y la micción (ganas de orinar) frecuente.
- Hambre constante.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Visión borrosa.
- Infecciones frecuentes (como encías, piel, o infecciones vaginales).
Asimismo, en la diabetes Tipo 1 los síntomas suelen aparecer de manera repentina y son más severos. Mientras tanto, en la diabetes Tipo 2 la aparición de los síntomas pueden ocurrir lentamente y ser menos evidentes. De ahí que sea más difícil su detección.
De ahí a que sea importante realizar exámenes para confirmar la diabetes por si tiene dudas:
- Prueba de glucosa en plasma en ayunas: mide los niveles de glucosa después de un ayuno de al menos 8 horas.
- Prueba de tolerancia a la glucosa oral: mide los niveles de glucosa antes y después de ingerir una solución azucarada.
- Hemoglobina A1c: mide el promedio de los niveles de glucosa en sangre durante los últimos 2-3 meses.
- Prueba de glucosa al azar: mide el nivel de glucosa en sangre en cualquier momento del día sin importar cuándo se comió por última vez.
¿Se puede prevenir la diabetes?
Aunque la diabetes 1 no se puede evadir, el tratamiento permite a las personas llevar una vida regular. Esto incluye la administración diaria de insulina mediante inyecciones o una bomba de insulina. Además, es fundamental:
- Monitorear regularmente los niveles de glucosa en sangre.
- Seguir una dieta saludable y equilibrada.
- Realizar actividad física regular.
- Educarse sobre la gestión de la diabetes.
En el caso de la diabetes 2, tanto como tratamiento y como prevención las medidas pueden incluir:
- Cambios en el estilo de vida: seguir una dieta balanceada y baja en azúcares y grasas, realizar ejercicio físico regularmente, y mantener un peso saludable.
- Insulina: en casos donde los medicamentos orales no son suficientes para controlar los niveles de glucosa.
- Monitoreo regular: de los niveles de glucosa en sangre para ajustar el tratamiento según sea necesario.
Los pacientes y sus relacionados deben contar con información acerca de esta condición y cómo gestionarla. Es posible que algunos pacientes necesiten soporte emociona para sobrellevar la enfermedad.