El Informe de seguimiento de Artes del Lenguaje Inglés (ELA por su sigla en inglés), muestra un puntaje a la baja en la habilidad de lectura de los estudiantes latinos del tercer grado dentro del Sistema Escolar de Charlotte-Mecklenburg (CMS).
Los resultados indican que finalizando el mes de septiembre de este año, solo el 2.3 % de los estudiantes latinos del tercer grado comenzaron el año escolar con un puntaje CCR (es decir, que están preparados para la universidad y una carrera).
Con base en estos datos, en el informe de evaluación del CMS reconoció que el año escolar 2022-2023 inició por debajo del objetivo para la comunidad latina de Charlotte. La meta final para este año es lograr subir este porcentaje a un 36 % y para el período 2023-2024 es de 50 %.
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De los 2,956 estudiantes latinos de tercer grado que fueron evaluados este año en CMS, solo 70 lograron un buen rendimiento de lectura en inglés, esto significa que casi el 98 % de estos estudiantes no están en un nivel óptimo de lectura.
¿Por qué este indicador es importante? El nivel de lectura en tercer grado es considerado como un indicador para predecir cuántos estudiantes pueden llegar a la universidad.
La Noticia consultó al CMS sobre estos resultados y la respuesta fue: “Ese es nuestro punto de partida y referencia para los estudiantes latinos de tercer grado. Nuestro objetivo anual es que el 36 % de los estudiantes afroamericanos y latinos combinados terminen el año listos para la universidad y una carrera”.
Las métricas de este informe de seguimiento se dividen en (BOG) y (EOG). El primero mide el desempeño al principio del año escolar y el segundo al finalizar el mismo.
¿Por qué bajó el puntaje de los estudiantes latinos?
De acuerdo con el informe ELA, el porcentaje (BOG) ha disminuido considerablemente desde las condiciones posteriores a la pandemia. Es decir, desde el período 2020-2021 (en plena pandemia y clases presenciales) esta cifra se ubicó en 3 %. Este año se ubicó en 2.3 %.
“En suma, se podría inferir que la pandemia resultó en un menor porcentaje de estudiantes latinos que comenzaron el año escolar con buen puntaje CCR. Condiciones posteriores a la pandemia (p. ej., más vacantes de maestros, mayor ausentismo estudiantil, mayores necesidades socioemocionales, etc.) han contribuido a tasas más lentas de progreso durante el año en ELA”, señala el informe de seguimiento.
De acuerdo con Diana Toro, una educadora con 24 años de experiencia, de los cuales 10 han trabajado para CMS, estas bajas calificaciones en lectura tienen muchas posibles causas que no se centran únicamente en la labor del “profesor”, de la “escuela” o de los “padres”. Explicó a La Noticia en qué podría haber fallas cada uno de ellos.
La profesional, quien enseña español avanzado y forma parte del Comité Latinoamericano de Educación, consideró que más que culpables, existen “responsabilidades”.
“Se gana más trabajando en un restaurante que en la escuela”
“En el ámbito de las escuelas hay una responsabilidad, porque aquí se presentan varias cosas: El entrenamiento que reciben los profesores muchas veces no es suficiente y no pagan lo necesario para que vayan suficientes profesores, van algunos, pero no todos. Entonces, es necesario una inversión en la capacitación de los maestros. Esto es una realidad. Los profesores necesitan capacitación, pero también necesitan el incentivo necesario para querer realizar esta capacitación”, consideró Toro.
Para Toro, es muy evidente el problema de la “falta de continuidad” del personal docente. Explicó que esto se debe a la falta de incentivos para permanecer en un trabajo “altamente demandante”.
“Ellos han luchado mucho y siguen luchando con la retención de maestros. Pero el problema del salario es muy evidente. Hay maestros que se han ido a trabajar a Chipotle porque les pagan a $25 la hora y no tienen que calificar papeles, llamar a los padres, controlar o disciplinar a los niños”, dijo.
La educadora consideró que una forma de solucionar este problema sería una mejora salarial, el pago extra por tutorías fuera del horario escolar, invertir en material didáctico que ayude a los profesores en sus clases, reactivar el pago de maestrías a los educadores.
“Se le paga lo mismo a un profesor con maestría y doctorado que a un profesor sin experiencia y recién llegado”, comentó Toro.
Se necesitan más profesores que hablen español
Días antes de iniciar el ciclo escolar 2022-2023, CMS informó sobre la escasez de maestros. De las 181 escuelas, solo 41 contaban con el personal completo. Necesitaba un total de 377 educadores para ocupar los puestos vacantes.
“A raíz del COVID-19 perdimos a muchos profesores. Ya no tenemos suficiente personal y es necesario hacer más alianzas con organizaciones que ayuden a traer a profesionales bilingües que nos apoyen también en ese proceso, pero todo eso requiere una inversión”, comentó Toro.
“Una forma de solucionar este déficit es apuntar a los programas internacionales que traen maestros de países de habla hispana y darles la oportunidad de colaborar en las escuelas o mantener a los profesores bilingües que ya están en los colegios ayudándoles a sacar sus visas de trabajos”, dijo.
Muchos estudiantes por salón
La maestra del CMS señaló que actualmente en los salones de clases hay entre 20 y 25 estudiantes por cada profesor. Consideró que esta cantidad es “alta” y dificulta al docente poder ofrecerle una atención personalizada a cada alumno, sobre todo en el ámbito de comprensión de lectura del inglés.
“Los estándares que pide el Estado son demasiados para el tiempo que dan y para el número de niños que tenemos en la clase”, indicó.
Adicionalmente, señaló el constante aumento de nuevos estudiantes latinos a CMS que necesitan ayuda con el idioma.
“Es innegable el aumento de niños inmigrantes en los últimos dos años en Charlotte. Este es un proceso que hace que nosotros necesitemos más profesores multilingües para los niños de lenguas múltiples. Necesitamos profesores bilingües y no los tenemos”, insistió.
Muchos padres latinos no se involucran en la educación de sus hijos
La maestra consideró que además de las escuelas, existe la responsabilidad de los padres en involucrarse con la educación de sus hijos, ya sea estudiando con ellos, aprendiendo el idioma o utilizando los recursos que se encuentran a disposición de la comunidad para que los niños tengan más posibilidades de rendir mejor en la lectura.
“Falta que los padres se envuelvan en el proceso de aprendizaje de los niños. Porque, de pronto, ellos piensan que educar a los niños es solamente llevarlos a la escuela, pero realmente envuelve mucho más que eso. Si necesitan quedarse después de la escuela para tomarse una tutoría, entonces necesitan dejarlos y llevarlos para que aprovechen recursos como la biblioteca pública u otros centros educativos que ofrecen clases gratis de lectura”, agregó.
Otra de las recomendaciones de la educadora es familiarizarse con la página web en español de CMS, para conocer sobre las diferentes opciones con las que cuenta. “Sabemos que a todos nos ha tocado trabajar mucho como inmigrantes, pero también hay que entender que nos toca poner un poquito más en tiempo”.
Igualmente, los motivó a trabajar con sistemas de traducción para aprender el idioma, en conjunto con sus hijos, o buscar al personal que hable español en CMS y preguntar por estrategias para que los niños mejoren sus habilidades en lectura.
“Mi recomendación es que los padres acudan a las iglesias, que vayan a las bibliotecas públicas, a la Casa Internacional de Charlotte (la cual tiene programas gratis), que acudan a organizaciones que puedan proveerles clases de inglés gratuitas, para que se envuelvan también en el aprendizaje del inglés, para que acompañen a los niños en este proceso”, indicó.