Más de 54,000 latinos fallecieron en Estados Unidos víctimas de las armas de fuego entre y , un promedio de 3,000 muertes anuales, según el más reciente estudio de Violence Policy Center (VPC).
De todas esas muertes, dos tercios (67) fueron clasificadas como homicidio (35,553), mientras que 15,593 fueron suicidios, y 981 muertes no intencionadas.
Víctimas de asesinato
En su mayoría, los latinos víctimas de asesinato murieron debido a armas de fuego. Más de las dos terceras partes de los homicidios en que la víctima es hispana se han realizado con arma de fuego. Los datos más recientes muestran que en los homicidios en donde la víctima era latina y se usó un arma de fuego, en 68 de esos tiroteos se usó un arma corta.
Muerte a manos de desconcocidos
Una víctima latina tiene más probabilidades de morir a manos de gente desconocida que el promedio nacional. Los datos más recientes son del e indican que en los casos en que se pudo establecer la relación entre la víctima y el perpetrador, 39 de las víctimas hispanas fueron ultimadas por un desconocido. En cambio, a nivel nacional 25 del total de víctimas fue ultimado por gente desconocida.
Víctimas jóvenes
Un gran porcentaje de los latinos víctimas de homicidio corresponde a gente joven. Los datos más recientes disponibles muestran que en , 35 de los latinos víctimas de homicidio tenían 24 años de edad o menos. En contraste, para ese mismo año, 37 de las víctimas de homicidio afroamericanos y 20 de las víctimas de raza blanca tenían 24 años de edad o menos.
Casos sin reportar
La actual forma de recolección de datos tiene ciertas limitaciones por lo que es casi seguro que el número total de víctimas latinas es más alto que lo que sugieren las cifras reportadas. Los datos que reportan las dependencias gubernamentales suelen indicar la raza, pero no el origen étnico. Teniendo en mente el cambio que está ocurriendo en el panorama demográfico de Estados Unidos, queda claro que el primer paso para prevenir este tipo de victimización consiste en documentarla exhaustivamente.
Mientras que el impacto letal de la violencia de las armas es claro, especialmente entre los jóvenes, necesitamos mejorar la recopilación de datos para entender mejor el problema e intentar solucionarlo
, explicó en director de Violence Policy Center, Josh Sugarmann.