Esta semana se espera una serie de informes que dejarán certeza sobre hacia dónde va la economía y si la recesión es tan probable como se ha asegurado en los últimos meses.
Y las dudas parten de una inflación que se supera mes a mes. También que llega a sus niveles más altos en las últimas décadas. Este impacto es resultado de la crisis por la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania cuya responsabilidad en el precio del petróleo está dejando secuelas. En contraste, la subida de las tasas de interés es la solución que encontró el gobierno a mano para tratar de sostener la economía.
La Oficina Nacional de Investigación Económica —un grupo de economistas sin ánimo de lucro— define una recesión como "un descenso significativo de la actividad económica que se extiende por toda la economía y dura más de unos pocos meses", mencionó The Associated Press (AP).
¿Estados Unidos tiene una economía en recesión?
Los informes que se tendrán esta semana abarcarán aspectos como:
- las ventas de viviendas nuevas,
- la confianza de los consumidores,
- los ingresos,
- el gasto,
- la inflación
- y la producción general.
Según AP el informe más destacado llegaría cuando el Departamento de Comercio publique una estimación de la producción de la economía en el trimestre abril-junio. Algunos economistas pronostican que podría mostrar una contracción por segundo trimestre consecutivo, lo que se considera una definición informal de recesión. La economía se contrajo un 1.6 % en el trimestre enero-marzo.
Como anticipo, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, se adelantó a tranquilizar a los estadounidenses al afirmar que la economía sí está desacelerando, pero que la buena marcha de las contrataciones es una prueba de que aún no está en recesión.
Yellen, desde el programa “Meet the Press” de la cadena NBC, argumentó que gran parte de la economía sigue siendo saludable. Se basó en explicar tres aspectos:
- el gasto de los consumidores está creciendo,
- las finanzas de los estadounidenses, en promedio, son sólidas,
- y la economía ha añadido más de 400,000 empleos al mes este año, una cifra robusta. Prueba de ello es que la tasa de desempleo es del 3.6 %, cerca de un mínimo de medio siglo.
"Tenemos un mercado laboral muy fuerte. Esta no es una economía que esté en recesión",
dijo Yellen.
Pero el sol no se puede tapar con un dedo, así que también reconoció que la economía está "en un periodo de transición en el que el crecimiento está disminuyendo", comparado al 2021. Aun así, calificó esa desaceleración como "necesaria y apropiada", porque "necesitamos estar creciendo a un ritmo constante y sostenible" que permita reducir la inflación, cuya tasa actual de 9.1 % es la más alta en dos generaciones.
En contraparte, muchos economistas creen que se avecina una recesión. El fundamento es que la inflación está mermando la capacidad de gasto de los estadounidenses. Asimismo, la Reserva Federal está elevando rápidamente el costo del crédito. La semana pasada, los economistas del Bank of America se sumaron a los analistas que pronostican una "recesión leve" para este año.
Larry Summers, secretario del Tesoro con el presidente Bill Clinton, dijo en el programa "GPS" de CNN que "hay una probabilidad muy alta de recesión", ya que la Reserva Federal eleva las tasas de interés para combatir la inflación. Esos mayores costos del crédito tiene como fin reducir el gasto de los consumidores en viviendas y autos, y frenar el endeudamiento de las empresas, lo que puede provocar una recesión, explicó.