Dadas las restricciones legales al aborto existen casos de un aborto tardío, que se planifica en un estado más avanzado.
Lo habitual es que los estados donde se limita el aborto permitan el procedimiento entre las primeras semanas de gestación. Pero pasada la semana 20 cuando comienza el último trimestre del embarazo, es lo que se conoce como aborto tardío.
Según The Associated Press casi el 93 % de los abortos legales realizados en el país durante 2019, el año más reciente con datos disponibles, se produjo en las primeras 13 semanas del embarazo, o el primer trimestre. En torno al 6 % se realizó entre la semana 14 y 20. Y, menos del 1 %, a partir de la semana 21, en el tercer trimestre. Estos datos fueron suministrados por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
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Aborto tardío, una opción necesaria pero riesgosa
Christina Taylor ya tenía dos hijos cuando se quedó embarazada del tercero. Todo iba bien al principio, y ella estaba deseando recibir al nuevo bebé en la familia.
Entonces, en la 20ma semana de embarazo, Taylor acudió a un control de ultrasonidos y anatomía básica. Fueron las peores noticias. El bebé no tenía riñones ni vejiga, y no había líquido amniótico. Era probable que el bebé no sobreviviera al embarazo, o muriera poco después de nacer.
"Tuve la opción de esperar y ver cuándo moría, y después, ya sabe, dar a luz a un bebé muerto. Pero sabía que no podía hacer eso", dijo Taylor.
Al ser legal el aborto en Colorado sin límites de gestación, Taylor siguió adelante con un aborto tardío.
La práctica de aborto tardío generalmente requiere de una intervención quirúrgica más avanzada que puede poner en mayor riesgo a la mujer. Y como cualquier otro también necesita de un curetaje para extraer cualquier resto de placenta que podría causar infección más adelante.
Estos abortos cuando hay un embarazo avanzado son poco habituales. Especialmente dada la disponibilidad de medicación para interrumpir los embarazos.