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“Llamen a mi mamá, quiero hablar con mi mamá”, fueron las palabras que pronunció Johanis Menco Castillo antes de debatirse entre la vida y la muerte en la sala de urgencias el día que sufrió el accidente que cambió su destino.

Originaria de Bucaramanga, municipio de Colombia, Menco Castillo vivía el sueño de muchos jóvenes alrededor del mundo: ser futbolista profesional.

Johanis se desempeñaba como guardameta y en esa posición defendió durante tres años los colores del Real San Andrés, equipo que se fundó bajo el nombre de Real Santander en 2018.

Aquel año se hizo oficial la denominada Liga Águila Femenina, máximo circuito del fútbol de mujeres en tierras cafetaleras. Menco fue partícipe de su evolución.

Johanis en su exclub Real San Andrés. (Foto: Instagram @johanismenco)

Profesional del balompié, rodeada de una familia incondicional, amigos y una pareja solidaria, Menco Castillo llevaba una vida casi perfecta en la que estaba alcanzando sus objetivos.

Sin embargo, el destino tenía un cambio de planes. Y todo comenzó con un mal presentimiento. 

Un día triste

Era el 28 de junio del 2020, cuando el guion de la historia de Johanis cambió para siempre.

“Recuerdo todo”, dijo la deportista a La Noticia.

“En la mañana fue un día triste, quería llorar y no sabía ni por qué. Tenía un mal presentimiento, pero no tenía idea de lo que me iba a pasar”.

Lo que inició como un domingo de asado familiar en el apartamento de sus suegros, terminó en tragedia.

Castillo tropezó de camino a la cocina y se estrelló con un cancel de cristal. 

Los vidrios le causaron profundas heridas en su pierna izquierda, la arteria femoral fue cortada en tres partes y su fémur quedó expuesto.

“Recuerdo que veía mucha sangre y decía ‘llamen a mi mamá, quiero hablar con mi mamá’. Sentí que me iba a ir”, recordó.

“Quería despedirme de ella, decirle cuánto la amaba, a ella y a toda mi familia”.

Afortunadamente, el centro Médico Carlos Ardila Lülle, donde fue atendida de emergencia, estaba a cinco minutos del departamento. 

“Si hubiera estado a 10 o 15 minutos, yo creo que no estaría contando la historia”, aseguró la exfutbolista.

Así, después de cuatro días y varias cirugías, los padres de Menco aprobaron la amputación de la pierna de su hija para salvarla. 

“El 1 de julio mis papás tienen que tomar la decisión entre mi vida o amputarme la pierna”, señaló.

Aunque no hay cifras exactas, la Asociación Colombiana de Medicina Física y Rehabilitación estima que la incidencia de amputación en la nación es de 200 a 300 personas por cada 100,000 habitantes.

Dichas amputaciones son causadas por enfermedades, accidentes de tránsito, violencia común, accidentes laborales, conflictos armados, minas antipersona, congelación o quemaduras.

Pese a todo, Johanis salió con vida de la operación, la prueba más difícil de su vida.

“Me amputaron una pierna, no la vida”

Si el haber sobrevivido ya significaba un gran logro, para Johanis Menco —quien toda su vida se había consagrado al deporte— venía un reto aún más grande: la resignación. 

Aceptar su nueva condición y seguir adelante, era un nuevo horizonte trazado en su camino.

“Al principio fue muy duro, el mes de julio para mí fue terrible”. 

“Pero en agosto me dije: ‘Johanis, tienes que levantarte, tienes que ser fuerte, tienes que enfrentar la vida como estás ahora. Dios te está colocando un reto grande’”.

Fue así como Castillo encontró motivación en su familia, que nunca dejó de apoyarla y darle amor a pesar de que la pandemia de coronavirus limitaba la convivencia.

“Mi base fundamental es mi familia. Es la que me da esa fuerza para salir adelante”, mencionó Menco.

Sin embargo, asegura que su madre es su más grande inspiración debido a que siempre está a su lado. 

Por lo que la impotencia de ver sufrir a su mamá llevó a Johanis a dar un giro inesperado. 

Una nueva Johanis

Sin haberse llevado al límite antes de su accidente, la exguardameta reflexionó que no había explotado todo su potencial.

No obstante, su amputación significó el nacimiento de una Johanis más fuerte.

“En el fútbol tuve muchos tropiezos, era una Johanis muy débil, física y mentalmente”. 

“Pero a raíz de eso (su accidente) nació una Johanis más fuerte, física, mental y psicológicamente. Una mujer empoderada, una guerrera”.

La idea de adaptarse y normalizar su nueva vida llevó a Menco a documentar su proceso de rehabilitación en redes sociales. 

Menco es sus primeros meses de rehabilitación. (Foto: Instagram @johanismenco)

Johanis nunca imaginó su rápido crecimiento en redes y otras plataformas que incluso le ayudaron a financiar su rehabilitación.

“Empecé mis redes sociales, empecé a mostrarme como soy, mi proceso, empecé a hacer ejercicio”.

"Fue algo increíble, una red de apoyo que no solo me ayudó emocional, sino económicamente para afrontar ese proceso”.

Del capítulo del futbol al del deporte adaptado

Acostumbrada a practicar deporte y con una mentalidad renovada, Castillo decidió incursionar en las disciplinas deportivas adaptadas.

“Llegué con la mentalidad de campeona, de querer más, de esforzarme más”, explicó. 

“Cuando jugaba futbol me hacían un gol y agachaba la cabeza; ahora, todo eso que tenía en el futbol (cualidades) lo tengo más fuerte”.

En el papel, pensó que su adaptación sería sencilla debido a que jugaba fútbol profesionalmente antes del percance.

Pero ese factor se convirtió en presión por las altas expectativas que generó.

“Eso fue duro. Llevaba una vida deportiva, pero eran pocos los que te veían o te hablaban y ahora soy un referente del deporte adaptado”, mencionó. 

"De que ‘wow, esa niña llegó a jugar futbol profesional, sé que va a llegar lejos en un deporte adaptado’”.

Menco Castillo en su paso por la natación. (Foto: Instagram @johanismenco)

Ahora, enfocada en encontrar un nuevo amor en el deporte adaptado, Johanis quiere dejar el futbol en el pasado y plasmar huella en las disciplinas adaptadas de su país.

“Quiero ser un referente. Pasar la página del futbol al deporte no convencional es increíble, algo distinto, de otro mundo, pero es súper lindo”, detalló.

Lo que antes era ajeno, hoy es parte de su vida

Menco contó sus nuevas metas llena de entusiasmo, pero su semblante cambió drásticamente cuando comenzó a narrar una de sus primeras adversidades como discapacitada: la discriminación.

Así como su nueva realidad le brindó dulces satisfacciones, también le trajo tragos amargos. 

La bumanguesa había presenciado la vida y dificultades de una persona con discapacidad gracias a un excompañero de la universidad, pero ahora comenzaba a experimentarlas en carne propia.

“Cuando estaba completa, veía el rechazo (hacia personas con discapacidad) y es duro”, señaló. 

“Ahora, viviéndolo, sales a la calle y te miran como un bicho raro, como con lástima. Es incómodo”, agregó con un gesto de lamentación.

“Las personas piensan que solo cuando estás completo puedes practicar cualquier deporte. Cuando estás incompleto, que te falta algo, también lo puedes hacer. No hay limitaciones”.

Consciente de que los tiempos y la mentalidad de la gente están cambiando, pero de que aún falta mucho trabajo por hacer, la atleta paralímpica quiere ser esa figura pública que ayude a cambiar el chip de las personas para formar una mejor sociedad.

“Nosotros somos seres humanos como cualquiera, pensamos, sentimos”, apuntó motivada. 

“En mi caso yo no tengo ninguna discapacidad, la discapacidad es mental. Quiero ser una mujer que le cambie el chip a muchas personas”.

Sus sueños no acabaron, se transformaron

Tomando los obstáculos como alicientes, ahora la colombiana atraviesa una etapa de exploración para no descartar ninguna disciplina en la que podría encontrar su mejor desempeño.

“Ahorita estoy en la natación, pero pronto estaré en bici”, contó. 

“Estoy en esa etapa de exploración. Son retos y sé que poco a poco voy a ir aclarando el camino y me voy a enfocar”. 

“Si me centré una vez en el fútbol, puedo centrarme en natación, bici o atletismo”.

Profesando la sólida idea de que “no hay limitaciones para nada”, Johanis tiene las miras en alto y centra su meta en el próximo ciclo olímpico.

“Quiero llegar a competir en unos juegos nacionales, internacionales y por qué no en Panamericanos. Quiero ser la inspiración de muchas personas, ayudarlas a salir adelante”.

En los Juegos Panamericanos de Lima 2019, la delegación de Colombia consagró su mejor participación en la historia del certamen con 47 medallas de oro, 36 de plata y 50 de bronce para un total de 133 preseas.

Para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, la diligencia colombiana contará con poco menos de 50 representantes en la tierra del sol naciente.

Aún con tintes de incredulidad y como si estuviera narrando una película, Johanis reconoció que nunca imaginó convertirse en un símbolo del deporte adaptado y el feminismo, atributos que le han permitido influir en la vida de otras personas.

“También en un futuro quiero tener mi propia fundación para ayudar a personas como yo que necesiten apoyo, una prótesis. Tengo muchos proyectos en mente”.

Nació un nuevo ícono

Y es que la figura de Johanis Menco en redes sociales se irguió en un momento histórico a nivel mundial, donde el movimiento feminista está en pie de lucha por sus derechos, causa que comprometió a la atleta a darle voz a las mujeres que no son escuchadas.

“Me siento con una responsabilidad no solo conmigo, sino con muchas mujeres”, aseguró.

“Cuando hablo no solo hablo por mí, hablo por todas esas personas o todas esas mujeres que al igual que yo, pasamos por momentos difíciles, que no tienen esa voz para decir las cosas”.

“Quiero empoderarme y ser esa voz”.

“Johanis es un ejemplo de superación”, aseveró Shirley Gissela, una seguidora de Menco que la apoya desde España.

¿Hubo apoyo institucional?

No obstante, entre toda la mística que rodea a Johanis y sus renovadas aspiraciones, lamenta que en un principio sintió el apoyo de su exequipo de fútbol, excompañeras y la propia Federación. 

Pero con el paso del tiempo dejó de contar con ese sostén.

Para su fortuna, el deporte adaptado le extendió los brazos y encontró el apoyo perdido en su anterior gremio.

“Tienes apoyo del Comité Paralímpico y eso es muy bonito”, aseguró animosa. 

“Poder representar a tu país y estar rodeado de gente que te respalda ganes o pierdas, eso motiva a seguir trabajando cada día”.

Johanis es ahora una figura de poderosa influencia, por lo que anhela que, convertida en un personaje reconocido de las disciplinas adaptadas, pueda llevar más reflectores a esa minoría de la que ahora forma parte.

“Hace falta más visibilidad. Es un deporte que no es transmitido en ningún medio, pero cuando trabaja da resultados”, apuntó.

Es así que Johanis Menco aprovecha su historia de resiliencia para tratar de inspirar a personas que atraviesan por una situación similar a la suya y encuentren su camino.

“A las personas que han pasado por cosas similares quiero decirles que sí, es duro, todo comienzo es duro, pero después hay recompensa, alegría, esas ganas de vivir, poder sentir y tener a lado a esas personas increíbles: familia, amigos o novios”, declaró.

“Las adversidades son difíciles, pero de ti depende si te levantas o te quedas ahí. Es cuestión de encontrar esa chispa que llevas dentro y te motiva a seguir adelante. A mí me amputaron la pierna, no la vida”, finalizó con una sonrisa.

Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. amendoza@lanoticia.com