Mientras la incertidumbre sigue rondando alrededor de lo que puede o no puede hacer el presidente electo Donald Trump sobre el tema migratorio, surgió una iniciativa viable, justa y sensata que puede ayudar a evitar la deportación de miles de jóvenes indocumentados.
El 17 de noviembre tres legisladores demócratas pidieron formalmente al presidente Barack Obama que conceda un indulto a los jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos como menores de edad, también conocidos como “soñadores”.
Los legisladores de California: Zoe Lofgren y Lucille Roybal-Allard, así como el congresista por Illinois, Luis Gutiérrez, solicitaron el perdón presidencial ante el temor de que Trump, cancele el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) que ampara a los soñadores.
Este programa que fue creado en el año 2012 por Obama, ha amparado a cerca de un millón de jóvenes indocumentados que llegaron al país cuando eran niños, no tienen antecedentes delictivos, estudian u obtuvieron un título GED o fueron parte de las Fuerzas Armadas.
Según el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) 46,000 de estos jóvenes son de Carolina del Norte.
Esta es una acción perfectamente legal. El indulto presidencial fue una atribución otorgada al titular del Poder Ejecutivo en 1789, y consta en el Artículo II, Sección 2 de la Constitución de Estados Unidos. Está por demás decir que sigue en vigencia.
El principal alcance de este tipo de perdón presidencial es la eliminación de la responsabilidad penal de una persona o grupo de personas, es decir, la persona sigue siendo culpable de un cargo, pero se le perdona el cumplimiento de la pena.
Este indulto solo puede ser conferido por el primer mandatario en uso de sus funciones y una vez promulgado no es modificable o reversible.
Adicionalmente Obama ya ha conferido indultos masivos anteriormente. A mediados del año pasado el presidente empezó una campaña para reformar el sistema penitenciario y como una muestra de su compromiso con este tema, conmutó la pena a 46 presos de cárceles federales, en su mayoría condenados por reincidencia en pequeños delitos de drogas. “Su castigo no correspondía con el delito”, dijo Obama cuando anunció los perdones.
Si el presidente hace esto con personas que recibieron penas severas por delitos menores como el consumo de drogas, ¿No sería lógico que también se elimine la criminalización de los indocumentados?
La Acción Diferida establece que si una persona tiene un cargo criminal, o si tiene un cargo criminal pendiente o si acumuló tres cargos menores, no puede recibir este amparo migratorio. Los “soñadores” no representan una amenaza para nadie, todo lo contrario. Ellos fueron traídos cuando eran niños pequeños, el único país que realmente conocen es Estados Unidos, sería un acto desalmado y antiamericano expulsar a estos jóvenes.
Pese a que Trump prometió en su campaña que eliminaría DACA, no sabemos realmente qué es lo que hará en su gobierno, Trump ha cambiado múltiples veces de posición, sin embargo el riesgo está presente, por ello el presidente Obama tiene que actuar mientras continúa en el poder. Debe enmendar la política de deportaciones masivas que ocurrió durante su régimen, esta es su oportunidad para dejar un legado de bien en favor de la comunidad inmigrante y del país. Los “soñadores” no pueden vivir en la incertidumbre, debemos presionar para que el presidente Obama actúe.