La tuberculosis (TB) no es una enfermedad del pasado. Hace 4 décadas, cuando se pensaba estaba erradicada, resurgió acabando con la vida de millones de personas.
La Biblioteca Nacional de Estados Unidos explica la tuberculosis como una infección que ataca inicialmente los pulmones y es producida por la bacteria Mycobacterium tuberculosis (M tuberculosis). Es contagiosa y aunque se inicie en los pulmones es capaz de propagarse a otros órganos.
La Organización Mundial de la Salud estima que cada año en el mundo se enferman alrededor de 9 millones de personas; y mueren casi 3 millones de pacientes por la infección.
¿Cómo se transmite la tuberculosis?
La infección de TB se transmite de persona a persona a través del aire, específicamente por inhalación de gotas de saliva cuando una persona con la bacteria tose, estornuda o escupe.
Las bacterias de la tuberculosis pueden alojarse en los pulmones y comenzar a multiplicarse y viajar por la sangre a otras partes del cuerpo:
- riñones,
- columna vertebral,
- corazón
- y el cerebro, principalmente.
No obstante, tener la bacteria no implica desarrollar la enfermedad. Cuando existe una TB latente las bacterias están inactivas en el cuerpo, no causan síntomas y no son contagiosas. Pero, una vez que se llega a la TB activa el panorama es totalmente inverso y requiere tratamiento.
¿Soy una persona de riesgo para desarrollar la TB?
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, los riesgos de desarrollar la infección son:
- ser fumador,
- tener VIH,
- cursar desnutrición,
- ser diabético,
- tener enfermedad renal grave,
- haber recibido algún trasplante de órganos.
En general, una persona con un sistema inmunológico débil es potencial para activar los bacilos tuberculosos en su organismo.
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Síntomas más habituales de la tuberculosis
Los CDC listan una diversidad de signos y síntomas graves, aunque variables en los pacientes:
- Tos intensa que dura 3 semanas o más.
- Dolor en el pecho.
- Tos con sangre o esputo (flema que sale desde el fondo de los pulmones).
Los síntomas de menor alarma son:
- Debilidad o fatiga.
- Pérdida de peso repentina no asociada a hábitos particulares.
- Falta de apetito.
- Escalofríos.
- Fiebre.
- Sudores nocturnos.
Cuando la infección ataca otros órganos puede desencadenar:
- Dolor medular y destrucción articular cuando ha pasado a los huesos.
- Meningitis si ataca el cerebro.
- Fallas renales si se aloja en los riñones. Se alerta esencialmente por la aparición de sangre en la orina.
- Taponamiento cardíaco en casos graves que llegan al corazón.
¿Cómo se cura la tuberculosis?
De acuerdo con la OMS la tuberculosis tiene un buen pronóstico hoy en día. Pero, si no se atiende puede ser mortal.
Por eso, se trata mediante una mezcla de antibióticos debido a que la bacteria desarrolló resistencia a fármacos individuales. El tratamiento es lento, puede abarcar hasta alrededor de seis a nueve meses y en ocasiones implica aislamiento respiratorio, al menos las dos primeras semanas.
No existe una vacuna contra la TB excepto la vacuna BCG indicada para cada niño al nacer. Es una dosis en la vida que aunque no previene la enfermedad, evita las formas graves en los pacientes, como la meningitis por tuberculosis.