Los cigarrillos electrónicos se han convertido en una alternativa al tabaco, pero aún así no son del todo seguros. Estos también se conocen como cigarrillos de vapor, cigarrillos electrónicos, vaporizadores, o vapeadores. Parecen como cigarrillos tradicionales, bolígrafos o incluso una memoria USB.
Estos dispositivos no queman tabaco. En cambio, tienen cartuchos llenos de nicotina, THC, aceite de cannabinoides (CBD), sabores y otras sustancias químicas. Los vapeadores calientan las sustancias químicas líquidas y las convierten en vapor. Eso es lo que inhala una persona, que es la razón por la que se los suele denominar “vapeo.”
Los cigarrillos electrónicos contienen sustancias nocivas
Todos los cigarrillos electrónicos contienen sustancias nocivas, asegura la Sociedad Americana de Oncología Clínica. La FDA (Food and Drug Administration) empieza a regular los vapeadores en 2016, pero ofrece regulación limitada en los aparatos y las sustancias.
El Dr. Michael Blaha, Director de investigación clínica del Centro Johns Hopkins Ciccarone para la Prevención de Enfermedades Cardíacas asegura que vapear es menos dañino que fumar, pero aún así no es seguro.
Si bien no se sabe exactamente qué sustancias químicas contienen los cigarrillos electrónicos, Blaha dice que "casi no hay duda de que lo exponen a menos sustancias químicas tóxicas que los cigarrillos tradicionales".
“Sin embargo, también ha habido un brote de lesiones pulmonares y muertes asociadas con el vapeo”, advierte. Hasta el 21 de enero de 2020, los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) confirmaron 60 muertes en pacientes con lesiones pulmonares asociadas al uso de cigarrillos electrónicos o vapeo.
Hay investigaciones que sugieren que vapear es malo para el corazón y los pulmones
Existen muchas incógnitas sobre el vapeo revela el Dr. Blaha. "La gente debe entender que los cigarrillos electrónicos son potencialmente peligrosos para su salud", dice. Hay estudios que sugieren un vínculo entre la enfermedad pulmonar crónica y el asma con el uso de vapeadores, al igual que las enfermedades cardiovasculares. “Los usuarios se están exponiendo a todo tipo de sustancias químicas que aún no comprendemos y que probablemente no sean seguras “, concluye.