El sol tiene sus amantes y detractores, ya que así como aporta beneficios también pone en riesgo la salud de la piel. Si eres de los que te expones a él te recomendamos conocer la manera para aprovecharlo y evitar sus efectos negativos.
Todas las personas deciden alinearse a una corriente de pensamiento acerca del sol. Unos lo toman felizmente para alimentar el alma; otros le huyen a toda costa para no sufrir sus consecuencias.
Lo positivo
La exposición solar tiene sus beneficios. El más conocido es que el sol es la fuente principal de Vitamina D, requerida en la absorción del calcio que mantiene los huesos fuertes y sanos. Esta vitamina no es común obtenerla en muchos alimentos, apenas en algunos pescados (el azul) y la yema del huevo.
También se dice que los rayos ultravioleta aumentan la producción de serotonina. Es por ello que la exposición solar hace que nos sintamos felices. Y como efectos posteriores al rato frente al sol se quedan: posibilidad de un sueño reparador, disfrute de la vida sexual, reducción del estrés y las preocupaciones.
A pesar de estos hechos la Academia Americana de Dermatología (AAD) recomienda obtener vitamina D a través una dieta saludable que incluya alimentos naturalmente ricos en vitamina D. Como alternativas aprueban los alimentos enriquecidos o suplementos a base de la vitamina.
Lo negativo
Por otro lado, se considera que la exposición prolongada al sol y sin protección adecuada desencadena:
- Eritemas y enrojecimiento por efectos de quemaduras solares de primer y segundo grado.
- Cáncer de piel, incluido el melanoma, conocido como la presentación más mortal de esta enfermedad.
- Trastornos de la vista, como las cataratas.
- Envejecimiento prematuro de la piel.
Estas son las razones por las cuales han aparecido infinidad de productos dermatológicos con la promesa de minimizar los efectos de los rayos ultravioleta.
¿Cómo protegernos?
Si eres de los que crees en el sol como elixir de felicidad, tómalo con precaución. En primer lugar, escoge horarios donde los rayos UV no estén tan elevados. Existen aplicaciones en los celulares que indican la incidencia de los rayos para que tengas una idea.
Los dermatólogos sugieren además el uso de protectores solares con un FPS de 30 o más.
Otras medidas para alejarse de los rayos UV son:
- Evitar la exposición directa cubriendo los ojos con lentes protectores.
- Usar ropa adecuada y dependiendo del lugar, así como las condiciones del clima.
- Aplicar cremas hidratantes y refrescantes luego de la exposición.
- Tomar suficiente agua.