Arnold Zpadaz tenía ocho años cuando comenzó a acompañar a su padre al taller de carpintería donde trabajaba. Ahí barría el aserrín, barnizaba y lijaba madera, mientras que sus ratos libres los dedicaba a explotar su creatividad moldeando figuras de plastilina. En la carpintería aprendió a transformar un pedazo de tronco en un lujoso mueble […]