El famoso comediante, actor, director y guionista, Carl Reiner, murió a los 98 años de causas naturales el lunes por la noche en su casa de Beverly Hills, California, confirmó su asistente Judy Nagy.
Icono de la comedia en Estados Unidos, Carl Reiner fue uno de los hombres más queridos de la industria del espectáculo. Recordado por uno de sus papeles más emblemáticos en la troupe de Caesar en los 50, como el jefe gruñón con peluquín Alan Brady en “The Dick Van Dyke Show” y en películas como “The Russians Are Coming, the Russians Are Coming” ("¡Ahí vienen los rusos, ahí vienen los rusos!") e “It’s a Mad, Mad, Mad, Mad World” ("El mundo está loco, loco, loco, loco").
En el 2001 formó parte de una banda de estafadores en “Ocean’s Eleven” ("La gran estafa") protagonizadas por George Clooney y apareció en documentales que incluyen “Broadway: Beyond the Golden Age” e “If You’re Not in the Obit, Eat Breakfast”.

El mundo del espectáculo se deshizo en reconocimientos a Reiner, como el del actor Josh Gadd, quien llamó a Carl “uno de los genios más grandes de la comedia de todos los tiempos”.
“Su talento seguirá vivo por mucho tiempo, pero la pérdida de su bondad y decencia nos deja un vacío en el corazón”, tuiteó el actor Alan Alda.
Reiner ocupó la silla de director en cintas como “Oh, God!” ("¡Dios mío!"), protagonizada por George Burns y John Denver; “All of Me” ("Mi otra mitad"), con Steve Martin y Lily Tomlin; y la comedia de 1970 “Where’s Poppa?” ("¿Dónde está papá?").
Lejos de las pantallas, Reiner también escribió libros como “Enter Laughing”, su biografía que fue materializada en el cine y Broadway; memorias que plasmó en “My Anecdotal Life”, publicadas en 2003. Su último título, referente a su infancia, se publicó en 2013, “I Remember Me”.