Una ola de operativos migratorios impactó en diferentes lugares de Carolina del Norte y del país a principios de febrero. La semana pasada los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) vistieron sus mejores galas y salieron a la calle en busca de “objetivos específicos”, según nos dijeron, pero en su camino sembraron pánico e indignación en el resto de la comunidad inmigrante.
Debemos ser claros, nadie se opone a que se persiga y se deporte a inmigrantes que representen un peligro para el país. Nadie se opone a que se arreste a criminales violentos. Pero ¿esto fue lo que hicieron en los recientes operativos? ¿Los intrépidos agentes arrestaron criminales peligros o se concentraron en objetivos fáciles, como lo son trabajadores inmigrantes que no ofrecen ninguna resistencia?
Bryan D. Cox, Director de Comunicaciones de la Región Sur del ICE, dijo a La Noticia que estos operativos van dirigidos a “personas específicas” que cometieron algún delito en el pasado (en algunos casos décadas atrás), el problema es que cuando van en busca de esa “persona específica”, también se encuentran con otros inmigrantes que no estaban buscando y que tuvieron la mala suerte de estar en el lugar y el momento equivocados. En esos casos ¿será mucho pedir a los agentes de inmigración que usen su criterio?
No quisiéramos pensar que los oficiales de inmigración viven en una cultura de mediocridad, en donde se esmeran atrapando objetivos fáciles para sumar números, y no se esfuerzan lo suficiente como para sacar de las calles a los verdaderos criminales violentos, quienes siguen deambulando activos por nuestra comunidad.
He escuchado a algunos agentes justificar este tipo de operativos en contra de los trabajadores diciendo “es la ley”, “estamos cumpliendo con nuestro trabajo”, o lo que es peor: “Solo cumplimos órdenes”. Estimados agentes de inmigración: ustedes no son robots, por favor usen su criterio, cumplan valerosamente con su misión, no se inventen operativos en contra de trabajadores indefensos para justificar su sueldo.
Es entendible que algunos directores regionales del ICE sientan la presión de seguir la cultura antiinmigrante implantada por el presidente Trump, lo malo, es que da la impresión de que para salvar sus cargos, realizan estos operativos o se ponen más “duros” en las audiencias de inmigración, en donde tienen que ejercer su discreción, y si bien lo que hacen es legal, al mismo tiempo es inmoral, pues están haciéndole un daño al país. Me explico:
Estos operativos dañan la delicada relación entre las autoridades policiales locales con las comunidades más vulnerables. Al generar miedo entre los inmigrantes, estos dejan de denunciar los delitos ante la policía (pues muchos los confunden con inmigración, aunque no lo son), cuando esto ocurre los verdaderos criminales y miembros de pandillas comienzan a prosperar, generando un efecto multiplicador que crea más crimen, e inseguridad para todos.
Estimados agentes de inmigración: ustedes son representantes de la ley, no peones de los caprichos políticos del presidente. Su misión es la seguridad, no la política. Persigan criminales, no trabajadores. Salgan de su zona de confort, si quieren desplegar todo su poder háganlo en contra de objetivos reales.
¿Está el país más seguro con la deportación de estos trabajadores inmigrantes? ¿Es el país más próspero sacando de las calles a estos trabajadores? ¿Con qué argumentos pueden justificar el temor que han causado estos operativos en miles de familias inmigrantes a lo largo del estado?
Si los agentes de inmigración cumplen con su misión de una manera efectiva, todos viviéremos en una sociedad más segura. Pero si se dejan llevar por la mediocre ley del menor esfuerzo y se concentran con pasión en objetivos fáciles, todos sufriremos en una sociedad en donde el crimen sigue campeando y en donde el miedo en las familias más vulnerables es la norma.