No son pocos los casos en la historia de figuras carismáticas, con personalidades rimbombantes, que logran seducir a las masas y que, sin embargo, presentan rasgos marcados de personalidad sociopática. Entre sus principales características: son narcisistas, no sienten empatía hacia el sufrimiento ajeno, ni remordimientos. Hoy, tres gobernadores republicanos podrían encajar en ese perfil.

El trastorno de personalidad antisocial, a veces identificado indistintamente en casos como la psicopatía o la sociopática, es definido por la Clínica Mayo como así:

“Una condición mental en la que una persona constantemente no muestra ninguna consideración por el bien y el mal e ignora los derechos y sentimientos de los demás. Las personas con trastorno de personalidad antisocial tienden a antagonizar, manipular o tratar a los demás con dureza o con indiferencia insensible. No muestran ninguna culpa o remordimiento por su comportamiento”.

¿Conoce a alguien con estas características? Quizás algunos de estos personajes estén en altos cargos, un político sociópata, veamos los hechos.

Un político sociópata deshumaniza

En medio de una tormenta de críticas, los gobernadores republicanos de Texas, Arizona, y ahora Florida, están usando la vida de miles de inmigrantes (muchos de los cuales están siguiendo el protocolo legal para solicitar refugio) como fichas de las que pueden disponer, para hacer declaraciones políticas.

Sea por tierra o por aire, estos gobernadores están en un continuo (y costoso) plan de expulsar inmigrantes que llegan a la frontera. Los suben a autobuses y los llevan a estados dirigidos por demócratas, sin coordinación, sin justificación y en algunos casos hasta con engaños.

La directora ejecutiva del grupo de ayuda Martha’s Vineyard Community Services finalizaba su día laboral, el 14 de septiembre, cuando vio a 48 inmigrantes con equipaje y mochilas afuera de su oficina.

Los inmigrantes venezolanos fueron trasladados en avión a Massachusetts desde San Antonio, Texas, cortesía del gobernador de Florida, Ron DeSantis.

Los sociópatas son manipuladores

Este acto cruel de DeSantis no es original, está siguiendo los pasos de su compañero republicano, el gobernador de Texas, Greg Abbott. Ambos sacan el pecho a la hora de decir que gastan miles de dólares enviando inmigrantes a estados demócratas, con poca o ninguna información sobre estos envíos.

En el caso de los inmigrantes expulsados por DeSantis, se les dijo que recibirían vivienda y trabajo. Muchos tenían citas con las autoridades migratorias el 19 de septiembre en San Antonio, Texas, diametralmente lejos de donde fueron enviados.

A otros se les instruyó a colocar en las solicitudes de asilo la dirección de una oficina de ICE, como si fuera la dirección del domicilio de los inmigrantes, con la intención de invalidar la solicitud.

Sin remordimiento ante la evidente crueldad

DeSantis defendió su plan, diciendo que estos inmigrantes querían ir a Florida, y que esta fue una manera de “protegerse”, aduciendo que estaría mejor en una “ciudad santuario”.

Texas ha transportado en autobús a unos 8,000 inmigrantes a Washington DC desde abril. Incluidos más de 100 el 15 de septiembre a la casa de la vicepresidenta Kamala Harris.

Texas también ha transportado alrededor de 2,200 personas a Nueva York y 300 a Chicago.

A principios de septiembre, un niño de dos años que llegó en autobús a Nueva York fue hospitalizado por deshidratación y una embarazada en el mismo autobús sufrió fuertes dolores, según funcionarios de la ciudad.

El gobernador de Arizona, Doug Ducey, se unió a esta tendencia macabra y ha transportado en autobús a más de 1,800 inmigrantes a Washington DC desde mayo.

No importa de qué lado del espectro político se ubique, jugar con la vida de seres humanos es injustificable, cruel y repudiable. Tristemente, esto parece ser común en un político sociópata. ¿Seguiremos votando por políticos con tendencias sociópatas?

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Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com