Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron el 30 de julio un estudio sobre un brote de COVID-19 ocurrido en el verano cuyos contagios, en su mayoría, se presentaron en vacunados infectados con la variante delta.
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Investigadores de los CDC estudiaron un brote producido en Massachusetts donde contabilizaron 469 casos entre el 3 y el 17 de julio. El 74 % de esos casos se presentó en personas que completaron su vacunación contra el COVID-19.
Transmiten el virus
Los CDC evaluaron muestras de 133 pacientes infectados asociados al brote. La data revela contagios con la variante delta en 90% de ellos.
La directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo en un comunicado que los hallazgos promovieron la emisión de las nuevas recomendaciones sobre uso de mascarillas en espacios cerrados públicos.
"Las cargas virales altas sugieren un mayor riesgo de transmisión y suscitaron la preocupación de que, a diferencia de otras variantes, las personas vacunadas infectadas con Delta puedan transmitir el virus",
dijo Walensky.
No hubo muertes
Asimismo, 4 de cada 5 hospitalizados por COVID-19 en este brote estaban vacunados contra el coronavirus, pero no se reportó la muerte de ningún infectado en el brote.
Los vacunados infectados habían recibido al menos 14 días antes las dos dosis de Pfizer-BioNTech o Moderna; también reportaron haber sido vacunados con la unidosis de Johnson & Johnson.
Otros brotes
Los CDC han identificado otros brotes similares en el país, pero revelarán la información sobre esos estudios más adelante.
"Esta investigación sobre un brote es una de las muchas en las que los CDC han estado involucrados en todo el país y los datos de esas investigaciones se compartirán rápidamente con el público cuando estén disponibles",
expresó Walensky en el comunicado.
No hubo información sobre la raza o etnia de los contagiados en este brote.