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Charlotte, - La tranquilidad reina de nuevo en el seno de la familia López Avendaño, luego de vivir un año difícil tras el arresto de Ramón y el embarazo que prácticamente afrontó sola Ana Cristina.

Después de estar preso y tener que andar con un grillete electrónico y separado de su familia por cometer un error, Ramón ahora está de nuevo en su hogar y exonerado de toda culpa, además de salvarse de caer en manos de Inmigración.

 

Por unas copas de más

Todo comenzó el 1ro de enero cuando el matrimonio se encontraba junto a sus dos niños en Blacksburg (Carolina del Sur) a 40 minutos de Charlotte, festejando la llegada del nuevo año en casa de unos amigos.

Pero esa noche Ramón se pasó de copas, tuvo una discusión con su esposa que terminó en violencia doméstica y fue llamada la policía.

Ramón no fue arrestado inmediatamente, sino hasta el 26 de enero cuando la policía llegó a su casa y lo detuvo.

“Fue un año horrible, y saber que por culpa del alcohol terminó preso”, comentó Ana Cristina a La Noticia.

Un día antes del arresto de su esposo, la madre se dio cuenta que estaba embarazada.

“Me sentí sola y sin saber qué hacer. Pensaba que estando embarazada y sin papeles no podría conseguir trabajo. Con él en la cárcel y en vueltas para sacarlo, todo lo veía oscuro”, aseguró.

Ana Cristina acudió a varias oficinas de fianzas, pero ninguna le quiso ayudar por ser indocumentados, hasta que una amiga le recomendó buscar a Byron Martínez, de Unidos We Stand, organización con sede en Gastonia.

Ramón salió después de cinco semanas con fianza, un grillete electrónico, y una restricción de no acercarse a su familia. Semanalmente debía reportarse a la cárcel y pagar $63 por él grillete.

“Todo era muy difícil, nos vimos algunas veces por los niños, a riesgo de que el Servicio Social pudiera quitármelos”, dijo Ana Cristina.

 

Error de abogado empeoró las cosas

Un día todo empeoró cuando Ramón se presentó como semanalmente lo hacía en la cárcel, pero esa vez no salió y fue detenido por no presentarse en la corte.

“Ramón no supo que tenía corte, su abogado no le informó y no hizo el cambio de domicilio para que fuera notificado. Lo arrestaron por violar la libertad condicional”, comentó Martínez. “Además le dijo que ya no podía hacer más por él y que se quedara preso hasta que su caso se resolviera en marzo del 2017, así habría caído en manos de Inmigración y ser deportado”, añadió.

Consiguieron otro abogado y Ramón salió tres semanas después, el 16 de noviembre. El nuevo abogado solicitó que se quitara la restricción por pedido de la esposa, pero no fue aceptada y ella tuvo que dar a luz sola.

Pese a los obstáculos el 5 de diciembre Ramón tuvo su última corte y el juez le quitó los cargos y dos días después el grillete.

“Estamos de nuevo juntos y sin miedo de que algo más pueda pasar”, expresó Ana Cristina.

Por su parte Ramón, quien lleva 11 años en el país y es electricista, dijo que espera seguir luchando por su familia y no meterse nunca más en problemas.

“El solo pensar que pude perder a mi familia me destruye, por eso quiero hacer las cosas bien”, anotó el padre mexicano.