Charlotte, - El anhelo más grande de Yefri Sorto Hernández, es seguir con sus padres, de quienes estuvo separado desde la edad de tres años. Yefri piensa mucho en eso, ya que después de arriesgarse para venir a este país para reunirse con ellos y huyendo de la violencia de las pandillas en El Salvador, aún espera que el gobierno de este país le dé la oportunidad de quedarse si le otorgan el asilo.
Yefri, es un joven salvadoreño de 19 años, cuya historia alcanzó trascendencia nacional debido a que las autoridades de Inmigración lo detuvieron en el paradero de su autobús escolar el 26 de enero de este año.
El joven y otros cinco adolescentes centroamericanos de Carolina del Norte, conocidos como los NC6, fueron arrestados en un operativo del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en enero y febrero, perder sus casos.
Yefri estuvo preso seis meses en el Centro de Detención Stewart, en Lumpkin (Georgia), y fue el primero en recuperar su libertad el 30 de junio.
Ya han pasado casi seis meses de eso, y solo recuerda cuanto lloró y oró a Dios para que no fuera separado de su familia.
“Me siento feliz de estar con mis padres y mi hermana, casi toda la vida estuve sin ellos, y esto, mi familia, es algo que no quiero dejar de tener”, aseguró el joven.
Espera graduarse y ser arquitecto
Actualmente Yefri adelanta el último grado en la Secundaria West Mecklenburg, de donde espera graduarse el próximo año.
“Quisiera poder ser un arquitecto, siempre me gustaron las medidas”, afirma.
Yefri fue dejado por sus padres al cuidado de sus abuelos a la edad de 3 años, allí vivió con ellos en el cantón de Pavaná, en el Departamento de La Unión. Pese a que sus padres lograron el Estatus de Protección Temporal (TPS), nunca pudieron pedirlo.
Abrumado por las pandillas, Yefri decidió emprender su travesía rumbo a Carolina del Norte en mayo de 2014. Pasó cerca de un mes antes de poder reencontrarse con sus progenitores.
“Fue muy duro llegar aquí, el viaje, estar detenido en la frontera, para que luego estar seis meses preso, la verdad es algo que no quisiera volver a pasar”, expresó.
Ardua lucha para evitar su deportación
En una audiencia en enero de 2015, un juez en la Corte de Inmigración de Charlotte le ordenó a Yefri ser deportado. Un año después ICE lo arresta, y varias apelaciones a la corte le fueron negadas.
En febrero su abogado sometió otra apelación a la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA), la cual fue aprobada en mayo, lo que anuló la orden final de deportación y se le fijó una cuantiosa fianza de $30,000.
Muchos atribuyen el triunfo a la presión que se hizo a las autoridades federales por parte de organizaciones como Unisal, Unidos We Stand, Action NC y la Coalición Latinoamericana, así como el apoyo de la representante Alma Adams que abogó por Yefri, Josue Alexander Sorto, y Pedro Arturo Salmerón, este último, el único del grupo NC6 que ha sido deportado.
Por lo pronto Yefri tiene una solicitud de asilo pendiente, y su caso será escuchado nuevamente el 9 de febrero de 2017.