La compañía discográfica de Greensboro, SideHustle Records, lanzará un disco de boleros este verano. El álbum es una colección de boleros clásicos producidos por Charlie Hunter e interpretados por una pareja de músicos veteranos.
Después de mudarse a Greensboro, la cantautora, Maritzaida Amador y su esposo y guitarrista de la banda, Aaron Weibe, empezaron a tocar boleros en el sótano de forma casual para reconectarse con la música. Amador explica que la rigidez de las Fuerzas Armadas y las mudanzas constantes afectaron su relación musical.
“La Fuerza Aérea, para mí, fue una experiencia interesante musicalmente. Me marcó de manera profunda, mi relación con la música estaba un poco rota. Pero, cuando empecé a tocar música con mi esposo, él sugirió que tocáramos un tipo de música que yo disfrute. Así fue que empezamos a tocar boleros en casa”, asegura Matitzaida.
Alrededor de un año después, Weibe estaba en casa del productor y dueño de SideHustle Records, Charlie Hunter, que después de escuchar uno de los discos decidió producir el álbum.
“Cuando él escuchó su voz dijo que sonaba como una mujer de 80 años”, dice Weibe. “Sus ojos se iluminaron, e inmediatamente se veía como estaba planeando la visión del disco".
Boleros, un género de Latinoamérica; "son pasión"
Los boleros, originalmente de Cuba, son un género propio de Latinoamérica, cada país con su propia versión que lo identifica. Maritzaida explica que, cuando eligió las canciones, se aseguró de tener una variedad de cantautores de diferentes países latinoamericanos y canciones que remontan hasta la década de 1950.
“Los boleros son pasión, son esa parte candente de la cultura latina. Crecí escuchando boleros y siempre tuve una conexión profunda con el género desde pequeña. Siento que los boleros me conectan con mi cultura, mi familia, mi gente, mi herencia, mi casa”, explica Maritzaida.
“Los boleros se tratan de excesos, no hay un intermedio. El amor en los boleros es lo más hermoso o lo más horroroso, porque, bueno, tienes el corazón roto. Tantas cosas han pasado en Latinoamérica y hemos encontrado una forma de traducir ese sufrimiento o ese dolor, al arte, a la música”, menciona la artista.
Toda Latinoamérica adoptó su propia versión del bolero y Amador quería asegurarse que esto se refleje en el álbum.
“Hay maravillosos cantautores en todos nuestros países, y cada uno trae su sabor y su propio toque al género musical. Quiero que todo el que escuche el álbum se sienta representado”.
Puerto Rico, el país clave para el álbum de Matitzaida
Uno de los requerimientos que Matitzaida tenía antes de grabar el álbum fue que necesitaban un cuatro puertorriqueño. Ella explica que lo más cercano al instrumento, como referencia, es el mandolín. “Hay diferentes versiones del cuatro en Latinoamérica, es un instrumento de doble cuerda, el equivalente de un Mandolín, solo que un poquito más grande.”
“Para mí, una persona que nació y creció en Puerto Rico, cuando escuchas el cuatro automáticamente sabes que esa es la música de casa, la música de las montañas, la música que se escuchaba antes”, agrega Matitzaida.
El álbum fue grabado en vivo en casa de Weibe y Amador, con un micrófono de listón para emular el sonido de los boleros clásicos. Ella explica que no tiene una canción preferida y que cada una tiene su propio significado. Sin embargo, Matiz de Amor de Sylvia Rexach o Bello Amanecer son dos de las canciones que le recuerdan a su infancia y la transportan a su país natal.
Presentación gratuita: ¿Cuándo y dónde es?
Aún no hay una fecha de estreno del álbum, pero estiman que estará disponible este verano. La pareja va a estar tocando en el Gail Brower Huggins Performance Center de la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro el 18 de abril, a las 7:30 p.m. El evento es gratis.