José Oliva a sus 22 años se ha convertido en un líder de su comunidad no solo en Greensboro, sino también en Carolina del Norte, donde ha logrado ingresar en ámbitos de difícil acceso, como la política, gracias a su tenacidad, personalidad y compromiso.
Este joven creció al lado de su abuela en Tiucal, una aldea en el municipio de Asunción Mita, departamento de Juliapa (Guatemala). Pudo llegar a Estados Unidos en el año 2011 para reunirse con su madre, a quien prácticamente no conocía porque emigró cuando él tenía siete meses de nacido.
Al llegar, asegura que enfrentó barreras académicas, del idioma y discriminación como cualquier inmigrante. “Solo por ser latino tu no eres invitado a cierto grupos. Me tomó largo tiempo ser parte de grupos importantes, especialmente aquellos con influencia política”, comentó.
Interés en la política
En mayo José se graduó en Ciencias Políticas en el Guilford College, convirtiéndose además en el primero en su familia en graduarse de una universidad.
“Tuve la oportunidad de estudiar con una beca casi completa, gracias a la generosidad de la Booner Foundation y el Guilford College”, contó.
En los últimos años José tuvo la oportunidad de servir como asesor en el Concejo Municipal de Greensboro y del distrito escolar, y recientemente fue seleccionado para ser parte del Consejo Asesor Hispano/Latino del Gobernador.
Uno de los sueños de José es ver más latinos en los distintos puesto del gobierno local, estatal y federal.
“Muchos oficiales electos nos apoyan, pero hay falta de latinos allí. Solo hemos tenido cuatro latinos elegidos en la historia del estado”, señaló.
Ayudar a otros
Para José su familia es lo más importante, su madre Marlin y su abuela Elma, así como su novia Mara. “Me siento bendecido de tener a mi alrededor mujeres tan fuertes como ellas”, mencionó.
Asegura que sus principios del éxito han sido la construcción de relaciones genuinas, ser curioso, humilde, estar dispuesto a aprender y pedir la opinión de otros.
En su primer año en el Guilford College ayudó a crear el programa “Roads to College”, un evento para informar y educar a los jóvenes indocumentados sobre el proceso de ingresar a la universidad y la búsqueda de becas, que atrajo en 2013 a más de 300 jóvenes.
Al año siguiente trabajó para el proyecto “Soy un Líder” y colaboró para recolectar en dos años más de $30,000 para solventar este programa educativo.
Trabajó con más de 30 instituciones universitarias de todo el país, para construir estrategias e incrementar el número de estudiantes indocumentados que vayan a la universidad.
Ha trabajado con el gobierno local y estatal, con negocios y líderes, abogando por matrículas universitarias igualitarias para los “soñadores”.
“A veces siento que estoy soñando despierto. Crecí en un pequeño pueblo de menos de 1,000 personas en la frontera entre Guatemala y El Salvador. Era difícil imaginar que estaría haciendo lo que hago hoy”, anotó.
José actualmente trabaja en la Fundación Z. Smith Reynolds, donde maneja programas de intercambio para organizaciones sin fines de lucro y en el proceso de otorgar fondos.