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Charlotte - Clemente Castillo, un inmigrante mexicano que se encontraba preso y en peligro de ser deportado, logró sorpresivamente ser liberado con una orden de supervisión de Inmigración y podrá estar en el nacimiento de su primera hija.

Castillo se encontraba preso en Columbia (Carolina del Sur), luego de ser detenido por la policía el 28 de abril, por tener una placa sobrepuesta. El incidente ocurrió cuando faltaban menos de dos semanas para que su esposa Ana diera a luz a su primer hija.

Había comprado un carro y tenía que salir urgentemente. Se me hizo fácil ponerle la placa de mi camioneta a un carro que compré. Ponía gasolina, me vio el policía, me siguió y me paró”, contó Clemente a La Noticia.

El policía lo multó por tener la placa sobrepuesta, por no tener licencia, ni seguro de accidentes, ni el título del automóvil a su nombre.

Me hizo bajar, me esposó, registró mi carro y me metió en su patrulla. Luego llamó una grúa para que se llevara el carro”, agregó.

Fianza de $12,000

Clemente, de 31 años, llevaba nueve días preso en la cárcel de Columbia, cuando le dijeron que debía pagar la fianza estatal para poder salir, a menos que Inmigración no fuera por él en un plazo de 48 horas.

Para entonces el mexicano ya estaba en contacto con Byron Martínez, de la organización Unidos We Stand, de Gastonia, quien lo ayudaba con la fianza estatal.

Era sábado y no llegaban por mi, pensé que iba a poder ver a mi hija, me sentía feliz. En la tarde me dijeron que me podía ir, pero me esperaba una oficial de ICE que me dijo que me llevaría a otra cárcel”, narró el inmigrante.

Clemente fue trasladado a una cárcel en Lexington, donde permaneció el resto del sábado y el domingo cuando supo que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), le había puesto una fianza de $12,000.

Dijeron que si no pagaba la fianza para el lunes, me llevarían a Charleston, de ahí para Atlanta y después a México. Les dije que había cometido un error, que quería ver a mi hija”, indicó.

El oficial fue conmovido

Martínez cuenta que resolvió enviar fotos de la esposa de Clemente al oficial de ICE, y pedirle que rebajara la fianza.

El lunes 15 de mayo después de llenar varios documentos y esperar varias horas, le dijeron que podía irse, sin haber pagado la fianza, y que debía presentarse el 17 de mayo con su pasaporte en Charleston.

Pensé que me habían dado unos pocos días para ver a mi hija, pero cuando fui a la cita, un día después de su nacimiento, cual fue mi sorpresa que me dijeron que tendría corte y que me darían orden de supervisión”, recuerda.

Según Martínez, a Clemente le ayudó el hecho de no tener récord delictivo, y sirvió enviar al oficial las fotos de Ana.

Aquí podemos ver como ellos aún en este tiempo, tienen el poder de soltar a una persona y quitar una fianza, si es tan alta. El oficial hizo algo bueno, y vio que Clemente no es un peligro para la sociedad”, señaló el activista.