Marisol García Alcántara es una latina que recibió impactos de bala en la cabeza por un guardia fronterizo, con los cuales tendrá que vivir de por vida y le provocaron serios daños a su salud, por lo que procederá a demandar a las autoridades federales.
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Marisol intentaba cruzar la frontera, sólo recibió una bala en la cabeza
La mujer intentó atravesar la frontera el 16 de junio del 2021 en Nogales, Arizona, iba a bordo de una camioneta blanca cuando de pronto, sintió un golpe en la cabeza, era una bala y comenzó a sangrar.
De acuerdo con un reporte de BBC Mundo, Marisol García pasó 22 días en un centro de detención donde fue atendida, para posteriormente ser deportada a pesar de no haber sanado completamente. Las autoridades querían deslindarse cuanto antes de este caso.
“Sentí un golpe en mi cabeza. Me imaginé que me habían pegado con un bate o con la cacha (culata) de una pistola. Yo iba del lado del piloto, en la parte trasera, pegada a la ventana. Fue ahí cuando se me nubló la visión”, explicó Alcántara.
Por este episodio, Marisol García sufrió pérdida de memoria, además que todavía tiene un fragmento de bala en el cráneo, el cual nunca se lo podrán retirar, ya que pondría en peligro su vida.
“Yo nomás escuchaba a mis compañeras que estaban pidiendo ayuda. Escuchaba que ellas decían que me ayudaran a mí, que alguien las ayudara. Los policías me preguntaban cómo me llamaba, cuántos años tenía, de dónde era y cuántas hijas tenía. Y (me decían) que no me durmiera, que ya iba a llegar la ambulancia por mí”, explicó en su relato.
Marisol García tiene diversas secuelas por la bala
La bala provocó en Marisol una hemorragia intracraneal, fractura de cráneo y de órbita y hay fragmentos que quedaron incrustados en el lóbulo frontal izquierdo. Los médicos del Hospital St Joseph, en Phoenix le salvaron la vida.
Parte de las secuelas son parálisis facial, pérdida de memoria, dolores de cabeza y tomar medicamento de por vida para evitar ataques epilépticos.
Luego de, Marisol pasó 22 días en el Centro Penitenciario Florence alberga un centro de detención gestionado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y después fue deportada.
En diciembre del 2021, Marisol presentó una reclamación civil por daños y prejuicios contra la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), exigiendo una indemnización, pero sólo obtuvo el silencio de las autoridades.
Ante esto, entablará una demanda federal contra el Gobierno de Joe Biden y sería antes del próximo 20 de junio.
El CBP podría tardar hasta seis meses en responder a la demanda mientras investigan el caso, pero este caso podría extenderse, dependiendo de las autoridades competentes.