El actual presidente de El Salvador, Nayib Armando Bukele Ortez, nació en este país el 24 de julio de 1981 y después de años de trabajar como empresario comenzó su carrera política que lo llevó a la presidencia en 2019.
Nayib es hijo del químico Armando Bukele Kattán de origen palestino y de Olga Marina Ortez que es salvadoreña. Su padre fue una persona importante para la religión musulmana, pues puso varias de las primeras mezquitas en América Latina.
Desde joven Nayib comenzó su trabajo como empresario abriendo una discoteca y luego trabajó en la agencia de publicidad de su padre. También trabajó en Yamaha Motors como presidente.
La carrera política de Nayib Bukele
Tras formar parte de la colisión del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el Cambio Democrático (CD), consiguió la alcaldía de Nuevo Cuscatlán en 2012, puesto que tuvo hasta 2015. Durante este tiempo consiguió dar becas universitarias a todos los jóvenes del municipio y creo proyectos para mejorar las comunidades.
Tras terminar su mandato consiguió ser alcalde de San Salvador ese mismo año. Dentro de su trabajo consiguió revitalizar el Centro Histórico, dando un cambio radical a la zona, reubicando vendedores ambulantes y creando la primera Biblioteca Municipal de San Salvador.
Durante su mandato firmó un acuerdo de hermandad con la alcaldía de Panamá y un acuerdo con la Liga de Futbol Profesional de España (LFP) para impulsar el deporte en las comunidades más afectadas por la violencia.
Además fue reconocido por la alcaldesa de Washington D.C., Muriel Browsel, por su trabajo en su país. También recibició las llaves de la ciudad de Gaithersburg en Maryland.
Llegada a la presidencia de El Salvador
Dejando a un lado su alianza con el FMLN, Bukele creo el movimiento Nuevas Ideas, el cual se convirtió en partido político y se alió con Cambio Democrático.
En 2018 se convierte en candidato a presidente de El Salvador por el Partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), ganando las elecciones en 2019 con el 53.10% de los votos.
El cargo lo tomó el 1 de junio de 2019 y a partir de ahí comenzó a tener situaciones polémicas. Pues con medidas drásticas por la pandemia de COVID-19, se le ha acusado de autoritarismo y querer acumular poder.
Además en febrero de 2020 entró a la Asamblea Legislativa acompañado de militares, para presionar al congreso para aprobar la financiación de la siguiente fase del plan de seguridad.
Entre otras medidas polémicas está el endurecimiento de los castigos contra las pandillas; además de darle carácter legal a la criptomoneda Bitcoin.
Además ha negado tener en su plan de gobierno apoyar la unión entre personas del mismo sexo, el aborto y la eutanasia.