El uso de las mascarillas para para evitar el contagio del COVID-19 dejó de ser un tema médico y pasó a ser político en Georgia, pues el gobernador de ese estado prohibió a las ciudades y condados implementar órdenes locales sobre uso de mascarillas.
Los alcaldes de diversas ciudades de ç intensificaron su desafío al gobernador Brian Kemp el 16 de julio, diciendo que quieren que sus requerimientos de que las personas usen mascarillas en público sigan en vigor, luego que el gobernador republicano prohibió explícitamente.
Funcionarios de al menos 15 ciudades y condados de Georgia, incluida la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, habían ordenado el uso de mascarillas durante la pandemia de coronavirus, y muchos están expresando su molestia con Kemp por obstaculizar sus labores.
Georgia y las mascarillas
"Las órdenes de la alcaldesa siguen en vigor, pues la ciencia y los datos seguirán impulsando las decisiones de la ciudad", dijo el vocero de Bottoms, Michael Smith, en un mensaje. "Las mascarillas salvan vidas".
Kemp no discrepa, y dice que él respalda completamente el uso de mascarillas para combatir la diseminación de las infecciones. El gobernador viajó este mes por el estado para alentar el uso de mascarillas.
Pero sostiene que las ciudades y condados no tienen autoridad para requerir el uso de mascarillas en lugares públicos, y que ninguna ordenanza local puede ser más o menos restrictiva que sus mandatos a nivel estatal.
Eso no impidió que gobiernos locales continuaran promulgando sus propios mandatos, por lo que el miércoles Kemp hizo explícita su prohibición. Dijo incluso que los gobiernos locales no podían ordenar las restricciones en sus propiedades, lo que incluiría el aeropuerto de Atlanta.
¿Ciencia Vs política?
Aunque las autoridades nacionales de salud han llamado a las personas a usar las mascarillas, el gobierno del presidente Donald Trump no ha emitido directrices nacionales. Veinticinco estados y la capital del país requieren ahora las mascarillas.
El mandatario había comentado en repetidas ocasiones que no utilizaría una mascarilla, aún cuando los CDC (Centers for Disease Control) había recomendado ampliamente su uso para detener la propagación del COVID-19.
Finalmente y tras una ola de críticas, Trump usó una mascarilla en público el 11 de julio. Esto sucedió durante la visita del mandatario al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en Bethesta, Maryland.