Llevan bolsos, colchones y, lo más importante, sus bebés en brazos. Son los desplazados internos en Caracas, la capital de Venezuela, quienes se van de sus casas en medio de un operativo policial contra una poderosa banda criminal que usa el barrio de la Cota 905 como una fortaleza.
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El gobierno de Nicolás Maduro dijo el nueve de julio que un operativo para desarticular bandas que operan en la zona se lleva a cabo con casi mil efectivos militares y policiales.
La ministra de Interior y Justicia de Venezuela, la almirante en jefe Carmen Meléndez, dijo a través de Twitter que "en el desarrollo de las operaciones hemos liberado a ciudadanos que habían sido secuestrados por los antisociales".
La acción policial acompañada de recompensas por los líderes de las bandas se produjo luego de que miembros de un grupo criminal al mando de alias “El Koki” dispararan ráfagas de balas contra transeúntes o vehículos, en retaliación a operaciones policiales en contra de las bandas.
Se desconoce la cantidad de muertos y heridos por los disparos, pero algunas muertes han quedado registradas en redes sociales.
Los ciudadanos comunes graban desde edificios o en la calle. Se tiran al piso evadiendo balas que dejan agujeros en ventanas y paredes. A los que viven en la Cota 905 les toca huir. Salen con lo que pueden y no se sabe adonde caminan.
Los días en los que el gobierno nacional negoció con grupos delictivos han quedado atrás.
En 2013 autoridades gubernamentales iniciaron diálogos con bandas criminales. Ofrecían oportunidades de reinserción social a cambio de un cese de la actividad delictiva. Incluso, no realizaban operativos de seguridad en zonas con altos índices de delincuencia a cambio de que las bandas criminales abandonaran su comportamiento criminal. A esta medida le llamaron "zonas de paz", pero al fin y al cabo permitió que esos lugares se convirtieran en fortines del crimen organizado.
Las que eran "zonas de paz", ahora son zonas de guerra. La bandera negra con letras blancas de las Fuerzas de Acciones Especiales (un ente policial) ondea sobre la Cota 905, donde el periodista Roman Camacho hace fotografías de pisos tapizados con balas que luego comparte en redes sociales.
El gobierno ofreció el ocho de julio recompensas de hasta $500 mil a quienes colaboren con las autoridades para capturar a los líderes de las bandas criminales, identificados como Carlos Luis Revete, alias “Koki”; Garbis Ochoa Ruiz, alias “El Galvis”, y Carlos Calderón, alias “Vampi”.
Por el momento, las autoridades no han reportado la captura de ninguno de los líderes de las bandas y tampoco se conocen cifras oficiales de los miembros de las agrupaciones criminales que fueron abatidos.
Para más información, suscríbete a nuestro Newsletter. La Noticia produjo esta nota con información de The Associated Press (AP).