Según un estudio, las caretas no ofrecen la misma protección que las mascarillas, contra el COVID-19.
En experimentos que visualizan los patrones de movimiento de las gotas respiratorias, investigadores encontraron que las caretas protectoras de plástico son malas barreras, comparadas con la mascarillas, según datos de WebMD.
Las caretas se colocan lejos de la cara, lo que hace que existan espacios por debajo y los lados del rostro. Esto permite que las gotas respiratorias escapen si la persona que las usa tose o estornuda. Los mismo sucede con las mascarillas que tienen válvulas.
CDC no recomienda caretas ni mascarillas con válvulas
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) ya habían dado la recomendación de no confiar en las caretas ni las mascarillas con válvulas, asegura la Dra. Ravina Kullar. “No protegen lo suficiente”, asegura Kullar, quien además de ser vocera de CDC es miembro de la facultad de la Escuela de Medicina de Los Ángeles en la Universidad de California.
“Ahora que los casos de COVID-19 van a la baja es importante seguir usando mascarillas y practicar distanciamiento social”, asegura Kullar
“Pero si las personas desean usar una mascarilla protectora sobre una mascarilla, háganlo”, asegura Kullar. “Esto ofrece protección extra a los ojos, y evita que las personas toquen su cara”.
¿Cuál de las tres protecciones faciales pasó la prueba?
Por otro lado, investigadores de la Universidad de Florida Atlantic, en Boca Ratón realizaron una simulación de lo que sucede cuando una persona tose o estornuda mientras usa una mascarilla, una carilla protectora y una mascarilla con válvula de exhalación. Estos fueron los resultados:
- Las caretas bloquean inicialmente la inercia del estornudo pero pequeñas gotas salen por abajo y se liberan al aire.
- La mascarilla con válvula deja salir pequeñas gotas hacia afuera por medio del filtro.
- Una mascarilla tradicional es la que mejor contuvo que se propagaran las gotas. Una cantidad menor de partículas fue expulsada.