Carlo Mosca, un doctor del hospital de Montichiari, en Brescia, Italia, fue detenido el pasado lunes acusado de homicidio voluntario por administrar medicamentos letales a varios pacientes con coronavirus para desocupar camas.
Tras la muerte de dos pacientes en marzo de 2020, una denuncia anónima generó la investigación un mes después de los decesos. Todo apunta a que Mosca suministró intencionadamente fármacos con efecto anestésico y bloqueo neuromuscular a los enfermos más graves de COVID-19.
Después de analizar varios casos sospechosos en su hospital, las autoridades decidieron exhumar algunos cuerpos para realizarles una autopsia. Los especialistas encontraron succinilcolina y propofol en los cadáveres.
Sin embargo, en los informes de los muertos no estaba señalada la administración de dichos medicamentos, lo que indicaría que Carlo Mosca aplicó el relajante muscular y anestésico con el fin de acelerar el proceso de muerte de los pacientes.
Pruebas en su contra
Además, una conversación entre dos de sus compañeras, donde aseguran que Mosca pidió que administrarán los medicamentos a los pacientes, sería otra evidencia en su contra.
"¿También te pidió que administraras las drogas sin intubarlas? No las voy a matar solo porque quiere liberar la cama", escribió una. "Estoy de acuerdo contigo, esto es una locura", respondió su compañera.
Un médico también declaró ante un juez que Carlo le dio las mismas instrucciones que a sus compañeras.
"Mientras estaba de guardia esa noche, fui contactado por teléfono por Mosca, que me ordenó administrar al paciente hospitalizado desde la tarde por las graves dificultades respiratorias provocadas por el infección COVID-19, dos viales de succinilcolina, así como un antipsicótico y benzodiazepinas".
Mosca intentó ocultar las pruebas
De acuerdo al juez que llevó su caso, Carlo Mosca intentó ocultar las evidencias y trató de convencer a sus compañeros a declarar a su favor.
"Se acercó a los miembros del personal para acordar una versión conveniente de la historia, incluso instándolos a declarar falsedad", aseveró el juez de instrucción de Brescia.
"A pesar de que la mayoría de los sanitarios conocían la manera de actuar de Mosca, con la administración de medicamentos para intubar sin hacerlo y fuera de cualquier protocolo o pauta, nadie decidió denunciar al médico jefe antes de la denuncia del 23 de abril, ni informó sobre los hechos a la dirección sanitaria competente", agregó.
Es "un sujeto en medio de un fuerte estrés originado por tener que afrontar nuevamente la creciente afluencia de casos de Covid. Por lo tanto, es muy probable que decida administrar drogas prohibidas a los pacientes más graves, con el fin de acelerar su muerte, falsificando los datos contenidos en las respectivas historias clínicas", concluyó el juez.
A pesar de tener las evidencias en contra de Carlo Mosca, el juez ordenó prisión preventiva. Por su parte, el hospital de Montichiari lo destituyó de su cargo a la espera de que salga el veredicto final.