Los domingos en la Iglesia Cristiana Sin Fronteras empiezan con el sonido de la guitarra y la batería, la banda agradece al público por su asistencia; ya sea presencial o por su transmisión en vivo por Facebook. Los miembros de la iglesia van llegando a sus respectivos asientos y mantienen un espacio que respeta las regulaciones del COVID-19. El canto llena la iglesia; y repentinamente terminan cuando el pastor latino Daniel Sostaita camina hacia el podio.
La iglesia no es muy grande, pero antes del coronavirus tenía más de 200 participantes regulares explicó Daniel Sostaita, pastor y fundador de la Iglesia Cristiana Sin Fronteras. El domingo pasado; casi 50 personas atendieron el servicio presencial; y 8 personas la vieron desde Facebook en vivo.
Desde el inicio de la pandemia, la iglesia no ha vuelto a reabrir completamente, y desde que el pastor Sostaita puso limitaciones, el número de personas que atienden a los servicios ha disminuido.
“Nosotros cuando empezó COVID tuvimos la visión de reaccionar rápido, uno miraba las noticias en Europa y decía 'bueno, esto es serio,' aunque acá el gobierno era muy escéptico.”
En el auge de la pandemia Daniel Sostaita se adaptó al uso de la plataforma Zoom rápidamente, formó un comité de ayuda en salud mental, hizo alianzas con entidades como el Food Pantry de Winston-Salem; y desde mayo hasta septiembre todos los días distribuían comida en la iglesia.
La iglesia también ya tenía una relación cercana con los hospitales locales, ya que proveen chequeos anuales gratuitos; y pudieron invitar voluntarios, doctores y psicólogos del hospital a eventos para informar a los participantes de la iglesia y miembros de la congregación sobre el coronavirus.
Pastor latino fomenta la vacuna contra el COVID-19
Cuando la vacuna se volvió accesible, la congregación se hizo responsable de concientizar a sus miembros sobre la importancia de las vacunas contra el COVID-19, aunque no ha sido difícil.
“Todavía ha sido difícil hacer conciencia con la vacuna,” explica el pastor, “porque hay gente que no cree, y lamentablemente los que no creen en la vacuna son los que van a subir los números de vuelta porque eso va a ser indefectible.”
Los esfuerzos del pastor para mantener a la mayoría, o todos, los miembros de la congregación saludables dieron frutos. Un 80 % de los miembros de la Iglesia Cristiana Sin Fronteras están vacunados.
Lorenza, la tesorera de la iglesia, ha sido parte de la congregación desde su apertura, y cree que la decisión de cerrar la iglesia y solo aceptar que una pequeña parte de la congregación atendiera al servicio fue una decisión radical, pero necesaria.
“Aquí a nadie le dio COVID, yo fui una de las que atendieron, pero siempre con una máscara y tomando las precauciones necesarias,” explicó Lorenza, “incluso ahora estamos empezando a volver, pero estamos siendo bien precavidos."
La fe y la ciencia durante la pandemia
Según los feligreses, el que nadie contrajera la enfermedad fue gracias a los esfuerzos del pastor; y su dedicación a seguir las regulaciones instruidas por la CDC.
“Yo tengo dos convicciones, para mí, Dios y la ciencia van de la mano. Es más, yo creo que Dios a través de los años le ha dado visión y sabiduría a los médicos,” explicó el pastor latino, “no puedo hablar por todos los pastores, pero si algunos amigos no creen en la vacuna; y les tocó contraer la enfermedad para creer en ella.”
Este fue el caso del pastor René Reyes, quien a pesar de que sí estaba consciente de la enfermedad; la congregación para la que hacía voluntariado no cerró, ni tomó las medidas necesarias para protegerse contra el COVID.
René contrajo la enfermedad en la congregación Faro de Gracia, en Walkertown, Winston Salem.
“Estuvimos durante varios días, a pesar que había la pandemia nosotros como éramos un grupo pequeño continuamos al aire libre y afuera,” explicó Rene, “y usando mascarillas, solamente se paralizó por un mes y después se volvió a reiniciar los servicios.”
Un 80 % de los miembros de la Iglesia vacunados
Unos 862 nuevos casos de COVID-19 han sido reportados en el condado de Forsyth en los últimos 14 días, y en la semana pasada 62 casos nuevos fueron reportados en la comunidad latina.
En Forsythe el 10 % de quienes han recibido al menos una dosis de la vacuna son latinos, comparado con el 20 % de los Afroamericanos y el 63 % de los blancos.
El bajo número de vacunas en la comunidad latina deja a buena parte de sus miembros vulnerables contra el coronavirus, especialmente ahora que la variante Delta ha sido anunciada como una amenaza incluso para personas que han recibido la vacuna.
De momento, el pastor latino y la congregación se están preocupando por promover el proceso de vacunación; y atender los efectos colaterales de la misma, como en la salud mental y las dinámicas familiares.
Daniel continúa motivando a todos los miembros de la comunidad cercanos para que se vacunen; y está trabajando con Wake Forest Mobile Clinic para administrar las vacunas directamente en la iglesia.
Encuentre la versión en inglés de esta historia en WFDD.