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Greensboro - María González, es una colombiana quien se ha destacado por su tenacidad, compromiso y simpatía desde que llegó al país en 1998, valores que la han ha llevado a alcanzar muchos logros en el campo deportivo y como líder comunitaria en Greensboro.

María recibió el 12 de enero la Medalla al Liderazgo 2018 por parte de la iniciativa “Leadership Greensboro” de la Cámara de Comercio de Greensboro que cada año selecciona personas que se destacan por su trabajo y participación en la comunidad.

María junto a su esposo Carlos y su hijo Isaac. Cortesía M.G.

Nunca pensé que me pudiera ganar este premio. Pero ahora me siento en la obligación de sobresalir no por mi, sino por mi comunidad. Muchos piensan que no es posible, pero yo soy la muestra de que si se puede”, expresó María a La Noticia.

María es desde hace un año presidenta de la Junta de Faith Action International House, y es gerente general del gimnasio: Club Fitness, que cuenta con más de 7,000 afiliados en sus dos sedes.

Su gran reto fue el idioma

A sus 39 años, María es esposa de Carlos Vélez, y madre de Isaac, de 14 años. Llegó a Miami (Florida) junto a su esposo hace veinte años, con “una maleta llena de sueños”, como ella lo expresa, y sin hablar nada de inglés.

María estudio en su país Contaduría Pública, y era nadadora profesional con varias certificaciones en Colombia.

Antes de llegar hice muchas conexiones, pero vi que sin inglés sería difícil conseguir algo bueno”, contó.

Pese a no saber el idioma, logró entrar en una escuela de natación y certificarse con la Cruz Roja. “Yo solo sonreía porque no podía hablar, en el agua no había problema, pero en las clases era otra historia”, recuerda.

La experiencia de María y su personalidad, le ayudaron a superar las barreras del idioma, pues luego logró ingresar a un centro judío como instructora.

Casi sin nada de inglés y con unas pocas palabras enseñé a nadar a muchos niños”, mencionó. “Fue una oportunidad de crecer, me sentía como en un desierto, pero gracias a la tenacidad de nuestra cultura, salí adelante”, afirmó.

Se enamoró de Greensboro

Pocos años después la pareja fue a Greensboro en medio de una nevada a visitar un amigo y María dice que le pareció un lugar hermoso. Sin tener trabajo, ni ahorros, decidieron rentar un apartamento.

Si nos aprobaban era una señal de Dios, y así fue y en un mes ya estábamos viviendo aquí”, contó.

María trabajó en banquetes y se inscribió a clases de inglés, hasta que encontró trabajo de maestra de natación en un club, y luego en el gimnasio donde hoy trabaja y en el que ha progresado laboralmente gracias a su esfuerzo, tenacidad, simpatía y compromiso.

Fui subiendo y desde hace cuatro años manejo los dos gimnasios. “Soy todera, hago de todo, limpio, hago recepción, eso no me quita nada”, comentó.

Para mi no hay trabajo chiquito, haga lo que haga, doy el 100 %. Creo que la humildad, el respeto y la ayuda de otros, son fundamentales para salir adelante”, agregó la colombiana originaria de Medellín.

En 2015 María se graduó en el Leadership Greensboro y desde entonces comenzó a trabajar con la comunidad.