El actual subdirector de la Oficina de Equidad, Movilidad e Integración de Inmigrantes para la Ciudad de Charlotte, Federico Ríos, se convertirá en el primer latino en formar parte del equipo de liderazgo del Robinson Center for Civic Leadership (RCCL). En abril comenzará a cumplir funciones como vicepresidente.

El anuncio fue realizado el 17 de marzo por Foundation For The Carolinas, quienes comunicaron que Ríos participará en el liderazgo, la planificación estratégica y la gestión para el compromiso cívico a través de RCCL.

Estoy muy feliz de incorporarme al fantástico equipo de Foundation For The Carolinas para continuar prestando servicios a nuestra comunidad sobre la base del increíble trabajo del Robinson Center for Civic Leadership,” afirmó Ríos.

El Robinson Center for Civic Leadership es un programa de la Foundation For The Carolinas, encargado de liderar en invertir en diferentes iniciativas locales relacionadas con arte, cultura, desarrollo comunitario, educación, medioambiente, vivienda, entre otros.

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La educación de Federico fue la prioridad de sus padres

Federico es hijo de inmigrantes. En 1969 su madre, Sofía, se mudó de Colombia a Estados Unidos, donde conoció a Alejandro Ríos, quien era de origen puertorriqueño.

Recuerda que a pesar de no venir de una familia con pobreza extrema, notaba que sus padres pertenecían a una clase trabajadora en la cual no existían lujos. Para sus padres, la mayor riqueza se encontraba en la educación que podían brindarle a sus hijos.

Ellos me dieron todo, trabajaron como locos para poder darnos una vida mejor de la que ellos tuvieron y se esforzaron para poder pagarme mi bachillerato en Nueva York. Esas dos personas dieron todo para darme oportunidades. Su enfoque siempre fue que tuviéramos educación y en una época en la que la gente no le tenía mucha confianza al sistema de educación pública en Nueva York, ellos pagaron con lo poco que tenían una escuela católica en el vecindario para que nosotros tuviéramos la mejor educación que ellos podían pagar”, contó Federico a La Noticia.

Durante más de tres décadas, los padres de Federico trabajaron para poder darle una buena educación a sus hijos. Ríos recuerda que su madre trabajó preparando comida para las aerolíneas del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy por 30 años. De su padre recuerda que tuvo un accidente al caer en un tanque de condensación de agua y estuvo tres meses hospitalizado.

A pesar de las heridas, siempre encontró la manera de ayudar a su familia. Recuerdo que hubo un tiempo en el que tenía que pagar el semestre de la escuela y no tenía cómo pagarla y le dije a mi papá ‘yo tengo que pagar, pero no tengo con qué’ y él salió de la casa y a la hora regresó y me puso el dinero en la mano. Me dijo ‘vaya y pague su educación hijo’ esto es algo que me emocionó, porque me mostró que como padre iba a asegurarse de que su hijo tuviera lo que necesitara”, contó.

Recuerdo que mi mamá solo tenía dos pares de zapatos y tres vestidos y mi padre solo tenía un saco, sin embargo, trabajaron para darnos la educación que ellos no tuvieron”, agregó.

“Estadísticamente, lo que he logrado obtener no es una realidad para la mayoría”

A pesar de que los padres de Federico veían un amplío potencial en él y trabajaban para ayudarlo a alcanzar sus metas profesionales, el dinero representó un desafío para poder conseguir su título en arte en la Universidad Stony Brook en Nueva York.

Federico recuerda que en un momento no pudo obtener más créditos o subvenciones para cubrir los gastos de sus estudios y su trabajo no le permitía costear el semestre.

Llamé a mi primo mayor, Gabriel, para que me ayudara, pero él estaba en planes de comprar su vivienda. Lamentablemente, una semana después ocurrió el atentado a las torres gemelas y allí murió su esposa. Recuerdo que lo acompañé en todo momento porque ella (su esposa) era de la familia. Mi primo me dijo que con el dinero del seguro iba a pagar el resto de la universidad. Esto era algo que yo no esperaba”.

Mi vida ha estado llena de personas que me han dado todo. Gracias a ellos tuve oportunidades, que luego se me abrieron muchas puertas. Estadísticamente, lo que he logrado obtener no es una realidad para la mayoría de las personas y creo que como hijo de inmigrantes, la expectativa es que tú vas a lograr lo que ellos no han podido, pero que a la misma vez vas a hacer más por causa de todo lo que ellos han sufrido y han pasado. Es darle una razón a ese esfuerzo”, reflexionó:

Ríos tiene 18 años trabajando para la comunidad

Uno de los primeros trabajos de Ríos fue como especialista en intervención de crisis en MercyFirst, una organización sin fines de lucro dedicada a prestar servicios sociales a niños, adolescentes y familias necesitadas en Nueva York.

Recuerdo que había como 130 jóvenes involucrados en el sistema de la corte a causa de tener algún diagnóstico de salud mental, delincuencia juvenil, jóvenes en orfanatos y así comenzó mi carrera de querer servir. En esa época era uno de los pocos latinos que trabajaba allí, a pesar de que había muchos latinos que estaban allí usando los servicios. Eso me abrió la puerta para querer ayudar a la comunidad”, indicó.

Cuando se mudó a Charlotte, Ríos trabajó como tutor para las Escuelas Charlotte-Mecklenburg (CMS). “Cuando comencé (los estudiantes a los que daba clases) eran 50 % latinos y 50 % afroamericanos y cuando me fui el 60 % eran latinos. En ese momento me di cuenta de que (en CMS) no había personas bilingües, ni que entendieran a la comunidad latina. No entendían cómo servir y apoyar a la comunidad latina”, asegura.

A través de los años, el ahora subdirector de la Oficina de Equidad, Movilidad e Integración de Inmigrantes para la Ciudad de Charlotte ha acumulado 18 años trabajando con la comunidad, tanto a través de instituciones públicas, como con organizaciones sin fines de lucro.

En su nuevo cargo como vicepresidente del Robinson Center for Civic Leadership sus funciones serán investigar y ayudar a desarrollar estrategias para programas e iniciativas de liderazgo cívico. La fundación tiene como misión fomentar la filantropía y empoderar a las personas para crear una comunidad mejor.

Quiero poder abrir las puertas que a mí me abrieron y para eso es necesario un cambio de sistema y tener una nueva forma de mirar y realizar las cosas. Traer un entendimiento distinto, porque mi historia es diferente a quienes generalmente están en este tipo de trabajos. Yo quiero ser parte de ese cambio. Quiero ser alguien que pueda ayudar a toda la comunidad de Charlotte, pero especialmente a la comunidad inmigrante, sabiendo que de esta comunidad yo soy parte como inmigrante de segunda generación. Quiero asegurarme de que le ofrezcamos ayuda a todos”, indicó.

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Yuliana Montiel

Periodista de profesión, ávida lectora por vocación. Tiene un máster en Ciencias Criminológicas de la Universidad del Zulia, Venezuela. Le apasiona conocer nuevas realidades y contarlas.