Fundamental para tener una posición financiera saludable es mantener bajo control las deudas de tarjeta de crédito. Los expertos recomiendan mantener el saldo de las mismas por debajo de un 30%, de forma de no afectar el historial crediticio del tarjetahabiente. Igualmente, los intereses a pagar sobre las tarjetas de crédito son de los más altos entre las deudas que puedes obtener, por lo que debe mantener prioridad por encima de otras deudas a la hora de pagar más allá de los pagos mínimos mensuales.
Empieza tomando nota de todas tus deudas. Anota una por una todas las deudas que tengas en el momento: el saldo y la tasa de interés sobre el saldo que debes pagar. Dale prioridad a las deudas con mayor tasa de interés.
El siguiente paso es tratar de bajar el costo de tu deuda, es decir, reducir la tasa de interés que estás pagando. Llama a tu banco y solicita reducir la tasa que pagas, así sea un punto porcentual o dos, esto puede ayudarte enormemente a reducir tu deuda. No siempre el banco aceptará tu solicitud, pero vale la pena tratar.
Hay dos estrategias de pago para las tarjetas de crédito. La primera se trata de dedicar todo tu efectivo sobrante a la tarjeta más cara, la que tenga más tasa de interés, mientras pagas el mínimo de las otras. Una vez hayas pagado esa tarjeta, empiezas a pagar la siguiente tarjeta más cara. La siguiente estrategia consiste en pagar la tarjeta que tenga el menor saldo, que aunque no es la más eficiente financieramente, ayuda a dar motivación psicológica para eliminar las deudas.
Mientras estés pagando tus deudas, trata de mantener las tarjetas guardadas en tu casa. Un estudio del MIT consiguió que las personas pagando con tarjeta de crédito están dispuestas a pagar más por el mismo producto que las que pagan con efectivo.
Además de estos consejos, recuerda tener bajo control tus gastos mensuales y llevar un registro de los mismos, tratando de reducir gastos innecesarios y concentrándote en tus objetivos a largo plazo: jubilación, universidad de los hijos, etc.