Los chilenos salieron a votar en plebiscito constitucional haciendo filas con sus mascarillas puestas y el deseo de hacer un cambio en Chile.
El histórico plebiscito decidirá el eventual reemplazo de la Constitución instaurada por la dictadura militar de Augusto Pinochet hace cuatro décadas en la nación suramericana.
A la consulta fueron convocados 15 millones de ciudadanos, pero se tienen reservar sobre la abstención. Esto, considerando que solo el 49% votó en los comicios presidenciales pasados. Mientras que un escaso 35% se movilizó en los comicios para alcaldes del 2016.
En medio de la pandemia al plebiscito de Chile no podían acudir las personas positivas. La policía realizaba al azar tests a los votantes en fila para evitar la propagación.
El escenario del plebiscito constitucional en Chile
Sondeos previos coincidían en proyectar un posible triunfo del voto aprobatorio para una nueva Constitución.
Los chilenos escogen entre la opción “Apruebo” cambiar la Constitución —favorecido por la oposición de centroizquierda— o “Rechazo”, impulsado por el oficialismo de derecha. Además, sin conocer los resultados, en el mismo acto escogerán quiénes redactarían la nueva Carta Magna: 155 ciudadanos electos o por 86 elegidos e igual número de parlamentarios en ejercicio.
Si triunfa el “Apruebo” se iniciará un proceso constituyente que culminará con un nuevo plebiscito a mediados de 2022 en que los chilenos votarán si aceptan el texto propuesto.
Por otro lado, si el mecanismo para redactarla fuera una Convención Constitucional, con 155 miembros electos, deberá ser paritaria, es decir, con igual número de mujeres y hombres, algo inédito en Chile.
Si en el referéndum se impone el rechazo a cambiar la Constitución, seguirá vigente la instaurada por la dictadura de Pinochet.