La fábula de "El perro del hortelano" es una historia clásica atribuida a Esopo, pero retomada y apliamente difundida por Lope de Vega. La trama gira en torno a un perro que, sin tener interés en comer las verduras del huerto, tampoco permite que nadie más las disfrute. La historia destaca la mezquindad irracional de aquellos que impiden el bienestar de los demás. Aunque esta historia tiene más de 2,500 años de antigüedad, sigue muy vigente, así lo podemos ver en el más reciente fiasco migratorio en Washington, DC, con su nueva ley fronteriza.
Pese a que los líderes republicanos han pasado años empujando la idea de que asegurar la frontera es una cuestión de “máxima prioridad” y exigiendo una legislación sobre el tema urgentemente, cuando finalmente llega, Donald Trump les pide que saboteen su propia reforma fronteriza, la más dura en décadas, porque eso no le beneficia a su campaña de reelección.
Lucrar políticamente de una crisis
La situación en la frontera es delicada. Cada día miles de inmigrantes realizan una peligrosa travesía, en un intento por llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor. Y dado que no se han implementado planes ni medidas para mejorar las condiciones de vida de los países de donde proceden estos inmigrantes, es de esperarse que esta dolorosa realidad continúe.
La Administración Biden impulsó un proyecto de ley, incorporado al presupuestario suplementario, que busca incrementar los controles fronterizos, incluso llegar a cerrar la frontera si se excede de cierto número de inmigrantes.
¿Qué es la nueva ley fronteriza?
La “Ley de Asignaciones Suplementarias de Seguridad Nacional de Emergencia 2024”, fue presentada por un grupo bipartidista de senadores el domingo 4 de febrero por la noche, en ella también se establece una “autoridad de emergencia” que permite, y en algunos casos exige, que el gobierno expulse sumariamente a los inmigrantes que buscan asilo en la frontera sur.
Además, los solicitantes de asilo enfrentarían estándares más estrictos en las entrevistas de selección y sus casos se acelerarían, con decisiones finales emitidas en meses, en lugar de ser remitidos a las cortes de inmigración (lo que puede tomar años). Esta medida es tan dura, que generó preocupaciones significativas sobre las implicaciones para el debido proceso en los asilos.
Esta dura ley contra la inmigración era el sueño dorado de los legisladores republicanos, pero fueron ellos mismos, tanto en el Senado como en la Casa de Representantes, quienes la obstaculizaron para que no proceda. ¿La razón? Un mezquino cálculo político.
El expresidente Donald Trump criticó el acuerdo en su plataforma Truth Social, diciendo que endurecer las medidas fronterizas no le beneficiaría a su campaña para la reelección. Insinuó que mantener la idea de una frontera descontrolada, le dará más votos a él.
Esta es la fábula de "El perro del hortelano" del año 2024. Los republicanos hablan con firmeza sobre la frontera y la seguridad nacional, y luego, cuando tienen la oportunidad de hacer algo al respecto, no quieren que pase nada, es más, están obstruyendo su propio proyecto de ley.
Te puede interesar: ¿Qué hacer estas elecciones si soy inmigrante y no puedo votar?
Seamos exigentes con nuestros políticos
Este es un año electoral, nos lo debemos tomar en serio. Es fundamental que nos demos cuenta de qué candidato busca de forma real soluciones para los problemas que enfrenta el país. No nos dejemos impresionar por la bravuconada trivial, o la verborrea vacía de los políticos. Mucho menos nos conformemos con la información electoral incompleta y superficial de las redes sociales. Seamos electores críticos, consideremos que nuestro voto moldeará el futuro de nuestro país.
Si deseas leer este artículo en inglés, da click AQUÍ.