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Trabajar sin la documentación adecuada o vigente puede tener graves consecuencias para los inmigrantes, van desde multas hasta su deportación. Sin embargo, a pesar de que hay varios riesgos, la necesidad de crear un sustento para mejorar su condición de vida y la de sus familias, empuja a muchos inmigrantes a trabajar sin autorización en sectores como la construcción, el campo, la limpieza, cuidados, entre otros. 

Si este es su caso, lo más importante es estar informado de qué otras alternativas puede tener para poder trabajar legalmente y cuáles son los riesgos a los que se expone de continuar trabajando sin documentos o de mentir en su entrevista o ante la corte de inmigración. 

¿Quiénes necesitan un permiso para trabajar?

Según las leyes federales, todos los inmigrantes necesitan un permiso de trabajo (conocido como EAD por sus cifras en inglés), para ser empleado en este país, pero no todos son elegibles para este documento. 

¿A qué peligros se está expuesto por trabajar sin documentos?

De acuerdo con la abogada de inmigración, 

Ruth Santana, trabaja en el Programa de Justicia para Inmigrantes del Centro de Apoyo Legal de Charlotte. Este se centra en brindar asistencia legal individual en casos migratorios, explica que trabajar sin documentos puede tener las siguientes consecuencias:

  1. Deportación, incluso estando legal.

El riesgo más grande que puede ocurrir es que estén trabajando, por ejemplo, en una fábrica y que haya una redada, agarren a la persona y pase a un proceso de deportación”, comentó.

La abogada añadió que con la deportación, la persona queda expuesta a perder su visa y con prohibición de regresar a Estados Unidos. Detalló que esta prohibición puede ser hasta por 10 años, salvo que pida perdón migratorio, lo cual es a discreción del oficial de inmigración.

  1. Ser acusado de fraude

De acuerdo con Santana, hay casos en los cuales el inmigrante indocumentado interesado en trabajar “compra” un documento falso u obtiene un número de seguro social real de otra persona y utiliza este documento fraudulento o información auténtica (número de seguro social) para trabajar con una compañía, lo cual expone a la persona a que sea acusada de fraude y robo de identidad.

Alertó que a veces las mismas compañías “asignan” un número de seguro social a quienes quieren emplear. Colocan este número falso o de otra persona en su planilla de trabajo y el trabajador no es consciente del fraude.

Hay que tener mucho cuidado con eso porque aunque algunos dirían ‘bueno yo no lo sometí, ellos me lo dieron y yo seguí trabajando bajo ese número’, pero para inmigración eso se constituye fraude y por fraude automáticamente ellos pueden rechazar su petición o caso en un futuro y enviarle una orden de deportación”, dijo.

  1. Riesgo a no ser recompensado tras sufrir un accidente laboral y no contar con seguro médico.

¿Qué pasa con el empleador que contrata a personas sin autorización?

Contratar a personas que no tienen permiso de trabajo puede representar una multa a la compañía o al empleador. “Corren el riesgo de tener que pagar multas e incluso que le cierren el negocio. Es por eso que muchos inmigrantes encuentran muy difícil conseguir empleo y, si mienten en su solicitud para trabajar, esto les va a afectar”, comentó la abogada.

De acuerdo con el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), los empleadores están en la obligación de verificar la identidad y autorización de empleo de cada persona contratada, para ello los candidatos llenan el Formulario I-9 de Verificación de Elegibilidad de Empleo que luego debe ser verificado por su empleador con el sistema E-Verify, de no cumplir esto, se arriesgan a:

  • Multas civiles que van desde $275 hasta $22,927. Por cada empleado no autorizado. La multa varía, según el año en el que se cometió la infracción, la gravedad y si se trata de una primera, segunda o tercera o más ofensas.
  • Exclusión de contratos gubernamentales.
  • Sanciones penales por participar en la práctica de contratar, reclutar o referir por pago a extranjeros sin permiso de trabajo.

Periodista de profesión, ávida lectora por vocación. Tiene un máster en Ciencias Criminológicas de la Universidad del Zulia, Venezuela. Le apasiona conocer nuevas realidades y contarlas.