En las pasadas semanas, la comunidad de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill enfrentó un sentido de fragilidad y vulnerabilidad como nunca. Un miembro de la facultad fue asesinado por un pistolero en los predios universitarios, primer día de clases, el 28 de agosto. Por tres horas estudiantes, facultad, padres, madres, amistades y seres queridos, estuvieron a la expectativa sobre lo que estaba pasando y si iban a estar bien. Este evento ha dejado huellas que se pueden traducir en miedo, ansiedad, sentido de inseguridad, entre otros. ¿Cómo procesamos este evento? ¿Cómo le damos sentido?
Enfrentando una tragedia
El primer paso es darnos el espacio para sentir nuestras emociones y ponerlas en palabras. Entre las emociones que podemos experimentar son coraje, frustración, impotencia, tristeza, angustia, miedo, entre otras.
Procesar las emociones en acciones
Es importante recordar que, procesar nuestras emociones es un proceso continuo y con una diversidad de emociones. Dar espacio a reflexionar de qué manera puedo impactar mi comunidad de forma proactiva, puede ser un subsiguiente paso para transformar un acto sin sentido en una reacción con sentido. Muchas veces necesitamos procesarlo como comunidad, para identificar soluciones y un plan de acción como comunidad.
Otra manera de promover cambios es involucrándonos en los procesos de votación para poder transformar la frustración, miedo, coraje en una acción que promueva cambios que sean de beneficios para nuestra comunidad. Es importante conocer las agendas políticas de las personas por las cuales vamos a votar.
Esté atento con las señales de alerta
Por otro lado, debemos estar vigilante de quienes componen nuestra comunidad y estar alerta a conductas que pudieran ser extrañas o sospechosas. Recuerden que protegernos mutuamente puede prevenir actos que pudieran tener un impacto negativo en la comunidad.
Otro paso importante es verificar nuestras emociones y tener prácticas de autocuidado. Esto será importante para prevenir que estas experiencias se queden acumuladas en nuestro sistema y por ende afecten nuestro estado emocional y mental.
De igual manera, es recomendable estar pendiente de nuestras personas queridas porque pueden estar afectadas y necesitando ayuda. Buscar ayuda profesional es recomendable si sienten que los niveles de ansiedad y tristeza persisten a través de un tiempo razonable.
Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para más información pueden llamar al 984-974-3795.