No es exagerado decir que el futuro de las escuelas públicas de Carolina del Norte depende, en gran medida, de la comunidad latina. Durante años, varios sistemas escolares han experimentado una disminución en el número de estudiantes, pero gracias al crecimiento de los latinos, la cifra de estudiantes permanece estable. Pese a esto, nuestros estudiantes y sus familias se enfrentan a varios desafíos. ¿Qué nos depara el año lectivo 2023-2024?
Los latinos: presente y futuro
En los últimos 15 años, cada vez menos familias en Carolina del Norte tienen hijos y aquellos que los tienen, optan con más frecuencia por alternativas al sistema de educación pública. Año tras año, el número de estudiantes en escuelas privadas, chárter y en el hogar (home schooling) crece, sobre todo después de la pandemia.
Mientras que el número de estudiantes blancos y afroamericanos ha disminuido en los últimos años en las escuelas públicas, hay un grupo que crece de manera constante: los latinos.
En el Sistema Escolar de Charlotte-Mecklenburg (CMS), que alberga la mayor cantidad de estudiantes latinos en el estado, vemos que desde el año 2020, hay más estudiantes latinos que blancos en estas escuelas.
Al comienzo del año escolar 2022-2023, CMS registró 41,640 estudiantes que se identificaron como latinos, casi un tercio (29.5 %) de todos los alumnos. Un crecimiento significativo si lo comparamos con el año 2010-2011, cuando el 16 % (22,221) de los estudiantes de CMS eran latinos.
Dejados de lado
Con esta clara tendencia, sería lógico suponer que CMS está invirtiendo recursos económicos, humanos y pedagógicos en este grupo, pues el éxito de los estudiantes latinos está directamente ligado al futuro del sistema escolar. Sin embargo, la realidad es diferente.
En el 2021, después de un año de clases en línea, el 85 % de los estudiantes latinos de CMS no alcanzó la calificación en lectura considerada como un indicador de su éxito futuro, y el 87 % obtuvo puntajes por debajo de lo esperado en matemáticas.
En el 2022, el grupo con el porcentaje más bajo de graduación fue el de los estudiantes que estaban aprendiendo inglés (65 %), seguido por los latinos (73.8 %). ¿A qué se debe esto?
La barrera del idioma
El éxito académico de un niño depende tanto de la escuela como de cuánto se involucre la familia del estudiante en su proceso de aprendizaje. El problema es que muchas familias latinas encuentran grandes obstáculos, desde la falta de flexibilidad en sus horarios laborales, pasando por el desconocimiento del sistema, hasta las dificultades que enfrentan para comunicarse con la escuela de sus hijos, especialmente si no hablan inglés.
Existe una clara escasez de maestros en las escuelas, a esto hay que agregar una gran necesidad de personal que hable español y falta de representación. A pesar de que los latinos son casi un tercio de los estudiantes de CMS, solo el 2 % de los maestros son latinos.
Uno de los motivos es la falta de incentivos para el personal bilingüe. Mientras que los trabajadores del condado o de instituciones como los bomberos o la policía reciben un bono por saber un idioma distinto al inglés, en CMS no hay ningún tipo de estímulo. ¿Cómo se piensa retener a trabajadores escolares que pueden ser un puente con las familias latinas?
En busca de "Esperanza"
El panorama se complica con un proyecto de ley en camino que expande un programa de becas para favorecer a las escuelas privadas, en detrimento de las públicas. Pese a todo esto, queremos pensar que existe esperanza.
En el nuevo año escolar se inaugurará la primera escuela de CMS con un nombre en español: Esperanza Global Academy. Ojalá sea una señal de que el sistema escolar está buscando atender a una comunidad que es vital para su supervivencia.
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