Según reportó la agencia AP, funcionarios estadounidenses viajaron en secreto a Venezuela, con el objetivo de hablar con uno de los aliados más importantes de Rusia, buscando que su petróleo reingrese al mercado estadounidense.
Esto es con el fin de mitigar las repercusiones económicas y garantizar el abasto de un posible embargo al petróleo ruso. Por el momento, no hay informes de lo que sucedió en las pláticas con el gobierno encabezado por Nicolás Maduro.
Desde hace varios meses, diplomáticos noruegos y empresas petroleras pidieron reevaluar la campaña que "máxima presión" que sufre Venezuela. Sin embargo, la idea de contactar a Maduro había sido criticada, pues ha sido acusado en Nueva York de narcotráfico.
Un posible contacto con Maduro comenzó a tomarse con calidad de urgente, ya que los legisladores estadounidenses están empezando apoyar la idea de prohibir la importación de petróleo y gas natural de Rusia.

La delegación estadounidense estuvo encabezada por Juan González, director del Hemisferio Occidental para el Consejo de Seguridad Nacional, revelaron dos fuentes informadas de la visita y que pidieron permanecer anónimas. González estuvo acompañado por James Story, quien era embajador de Estados Unidos en Caracas cuando el gobierno de Trump cortó relaciones con Maduro en 2019 y reconoció al líder opositor Juan Guaidó como el presidente legítimo del país.
El gobierno encabezado por Joe Biden ha planteado la posibilidad de aliviar sanciones contra Venezuela, con la condición de que Maduro regrese a dialogar con la oposición.
Sin embargo, esta idea podría no dar frutos, pues Maduro se ha mostrado muy cercano a Putin, con quien desde hace años tiene buena relación, por lo que no parece probable que vaya a romper relaciones para poder entablar de nuevo negocios con Estados Unidos.