Si queremos un cambio en la forma como se está manejando el tema migratorio en Estados Unidos, necesitamos del apoyo de más votantes conservadores, pues mucha gente con buenas intenciones está profundamente mal informada sobre la realidad de los inmigrantes.
Vale la pena hacer una distinción entre dos grupos: Existen personas ultraconservadoras de mentes cerradas por sus propios prejuicios y oídos taponados por el odio, quienes siempre estarán en contra de los inmigrantes. No importa los argumentos que se les presente, no importa las estadísticas o testimonios que se les comparta, con estas personas simplemente no se puede hablar.
El segundo grupo es de conservadores que han visto el fenómeno migratorio desde lejos, quienes no comprenden los complejos laberintos de las actuales leyes, aquellos que pese a que repiten mitos en contra de los inmigrantes, también se indignaron por la forma como recientemente el gobierno separó cruelmente a niños de sus familias en la frontera. En estas personas hay un atisbo de esperanza para cambiar las cosas.
Esta semana pude hablar por separado con un médico renombrado y con un candidato para la Casa de Representantes, ambos conservadores. Hablamos del tema migratorio y de inmediato fue notorio que, pese a que eran personas muy cultas, no tenían idea de cómo funcionan estas leyes en el país.
Tuve que elegir entre: indignarme, protestar por su ignorancia, y abandonar la reunión, o tratar de encontrar puntos en común, iniciar una conversación y educarlos.
Persona mal informada
Al médico le indignaba la forma como miles de inmigrantes llegaban a la frontera, pedían un asilo y automáticamente recibían todos los beneficios de un residente legal. Noté que su preocupación era la seguridad fronteriza, y comenzamos por hablar de ese tema, pues la verdad es que no existen naciones con fronteras abiertas, y nadie en su sano juicio podría proponer el libre ingreso de cualquier persona a Estados Unidos.
Luego le expliqué que bajo nuestras leyes actuales es totalmente legítimo solicitar asilo, se lo debe hacer ante las autoridades, el proceso es complejo, sumamente costoso, largo y agotador. Las familias que piden asilo no nos están “invadiendo”, están desesperadas, simplemente quieren salvar su vida y deberán pasar por un riguroso proceso legal para ser aceptadas. Tristemente los casos de asilo aprobados son muy pocos. El doctor se sorprendió, pues no era lo que había escuchado en Fox News, aceptó investigar más sobre el tema y mirar de una forma más compasiva a quienes buscan asilo.
Político desinformado
El candidato conservador comentó que le preocupaba que un inmigrante, quien logra la ciudadanía, puede traer de su país de origen a cerca de 26 familiares, incluyendo primos y tíos. Le expliqué que las leyes actuales restringen la solicitud de familiares solamente a cónyuges, hijos, padres y hermanos, que este proceso es costoso, complejo y puede tomar muchos años.
El político se presentó como un hombre de familia, tomé ese punto en común para pedirle que extienda ese principio de la unidad familiar, no solo a unos cuantos, sino a todas las familias, incluyendo las inmigrantes. Aceptó aprender más sobre cómo funcionan las leyes de unificación familiar, y tuvo una perspectiva diferente sobre lo que significa defender la unidad de todas las familias.
Dejemos los gritos y los insultos a los antiinmigrantes. Quienes creemos en el aporte histórico de los inmigrantes tenemos el deber de mostrar a una persona mal informada que somos gente con quienes se puede dialogar y compartamos argumentos sólidos para defender nuestras convicciones.